Alojarse a los pies de los Picos de Europa: el Hotel del Oso

La comarca del Liébana, en la hermosa comunidad de Cantabria, está situada a los pies del Parque Natural de los Picos de Europa, siendo una de las más emblemáticas de dicha comunidad. Es un sitio ideal para pasar unas vacaciones o unos días de asueto, en los que podremos conocer esta zona y sus bellos paisajes. Un lugar idóneo para los amantes de la naturaleza. Alojarse a los pies de los Picos de Europa: el Hotel del Oso Durante nuestra estancia podremos admirar la riqueza ecológica de sus bosques, sus valles, sus cristalinos ríos y la rica vega que dejan a su paso, la nieve de sus picos y la gran variedad de especies de su fauna. También podremos visitar los pequeños pueblos esparcidos por la comarca, todos ellos bonitos y con sus construcciones típicas y, algunos, con un gran legado artístico.

Si para nuestra estancia queremos un alojamiento acorde con este bello entorno, un sitio tranquilo y cómodo, desde donde podamos acceder fácilmente a cualquier punto de esta rica comarca, una buena elección será hospedarnos en el Hotel del Oso.

El Hotel del Oso es un bello edificio construido en piedra y madera, una construcción típica de montaña, con un estilo rústico acogedor. En un entorno paisajístico incomparable, rodeado por las majestuosas cimas de los Picos de Europa y los verdes prados del valle, nuestra estancia en él será inolvidable.

Las habitaciones son amplias y soleadas, decoradas también en un atractivo estilo rústico. Están equipadas con todo lo necesario, y todas nos ofrecen desde sus ventanas unas vistas impresionantes.

En cuanto a las zonas comunes, el establecimiento dispone de zonas amplias, siempre buscando la comodidad del visitante. Hay una sala de reuniones apta para reuniones de empresa o negocios, por lo que es un alojamiento adecuado también para este tipo de eventos.

En su exterior, hay una gran terraza donde podemos pasar algún rato relajado contemplando el río. El jardín es precioso, se ha cuidado el más mínimo detalle para darle un aire rústico que, junto con sus flores de colores, le hace parecer casi de cuento. También hay una piscina y una pista de tenis, donde los amantes de las actividades deportivas podrán seguir manteniéndose en forma.

El hotel dispone de un agradable restaurante, con una carta amplia de platos elaborados con productos de primera calidad. Entre las especialidades que ofrece, cabe destacar el cocido lebaniego, el chuletón, el entrecot al Tresviso, el cocido montañés o las carnes de lechazo. Tienen un extenso surtido de postres caseros exquisitos.