Cuando te llegue uno de aquellos momentos en que deseamos cambiar la decoración de la casa sin meternos en ningún trabajo de envergadura, simplemente darle un toque diferente cambiando los adornos, piensa en la posibilidad de usar los recursos que la naturaleza te da, que son muchos, para, de esta manera, dejarla entrar en tu hogar. Además, no encontrarás una fuente de recursos más económica. 
Cualquier producto de la naturaleza puede dar vida y color a algún rincón de tu hogar. Te puede servir de ejemplo la fruta. El simple hecho de coger unas piezas de fruta variada, como manzanas, peras, ciruelas, melocotones, uvas u otras, y ponerlas en un bonito cesto o bandeja, ya es un bonito y vistoso adorno para colocar encima de la mesa o cualquier otro lugar.
La naturaleza nos ofrece recursos durante cualquier estación del año y vivamos donde vivamos. Sólo hay que poner un poco de interés en descubrirlos, así como un poco de imaginación para sacarles todo el partido posible.
Paseando por el campo podemos encontrar un gran número de posibles adornos, como una bonita rama de cerezo, unos frutos secos, una piedra que tiene algo especial, y muchas cosas más. Si vives cerca de la playa también en ella puedes encontrar muchos objetos bonitos, como conchas, piedras, arena blanca, incluso los restos de una estrella de mar.
Al igual que sus troncos y ramas, las hojas de los árboles dan muchas posibilidades, especialmente en otoño, cuando las encontramos con estos bonitos tonos marrones y rojizos. Con ellas podemos hacer por ejemplo un centro de mesa
Pon bonitas piedras dentro de algunos recipientes transparentes, o arena blanca de la playa en un recipiente combinado con velas. O cubre una caja con pequeñas conchas. O coge flores de varios colores y déjalas secar, y haz unos bonitos cuadros enmarcados, combinándolas si quieres con hojas y ramitas.
Todo ello darà a tu casa un toque natural, siempre atractivo y relajante. Sólo has de hacer trabajar tu imaginación, ya que las posibilidades son infinitas.
