Beneficios de consumir patatas

Este tubérculo cuenta con una enorme versatilidad dentro de la cocina y se adapta tanto a las personas adultas como a las más pequeñas, contando además con un precio muy asequible. Entre las propiedades de la patata destaca que regula el azúcar existente en la sangre, el nivel de colesterol y está recomendado para las enfermedades de tipo reumático. Beneficios de consumir patatas

Propiedades de la patata

Este alimento cuenta con fibras de tipo no solubles que son muy beneficiosas para la regulación del intestino además de contribuir a disminuir el colesterol en la sangre y consecuentemente a reducir el riesgo de padecer enfermedades de tipo cardíaco.

Igualmente cuenta con vitaminas B1, B3, B5 y B6 que trabajan todas ellas en conjunto para poder llevar a cabo diferentes y muy importantes funciones dentro del organismo, como por ejemplo controlar la división y el crecimiento de las células así como producir energía.

También es rica en vitamina C que protege contra las enfermedades coronarias y reducen de una manera significativa el nivel de colesterol en la sangre.

La patata es una fuente natural muy rica de potasio ayudando en los problemas de hipertensión. Los carbohidratos con los que cuenta ayudan a regular los niveles del azúcar en la sangre, sobre todo en las personas que padecen de diabetes moderada, de hiperglucemia o de hipoglucemia. Es perfecta para las personas que tienen un gran desgaste físico y además contiene beta caroteno y proteínas que ayudan a prevenir las enfermedades de tipo degenerativo.

En caso de padecer enfermedades reumáticas, es altamente recomendable su consumo por su condición alcalina así como para los problemas gástricos.

El zumo de la patata ayuda a los problemas de la piel, produce saciedad y combate el estreñimiento sobre todo si se consume con piel.

Cómo prepararlas

Conviene consumirlas con piel, previamente lavadas o pelarlas tan fino como sea posible, ya que los minerales y las vitaminas que contiene se encuentra debajo de ella.

Es preferible que se cocinen al vapor ya que si se hace en agua pueden llegar a perder entre un 10% y un 50% de su contenido en vitamina C y en potasio.

Si vamos a hervirlas es conveniente utilizar patatas nuevas ya que contienen menos fécula y menor humedad. Si en cambio las vamos a freír o las vamos a cocinar al horno, es preferible utilizar patatas viejas porque son más harinosas y tienen mayor cantidad de fécula.

Cuando vayamos a prepararlas en el horno es conveniente pincharlas con la ayuda de un tenedor para que alcancen una textura harinosa y pierdan su humedad.

Si queremos evitar que se peguen entre sí a la hora de freírlas o incluso a la sartén, es mejor sumergirlas en un poco de agua bien fría una vez las hayamos cortado. Después las secaremos con un papel apto para cocinar y las agregaremos inmediatamente al aceite previamente calentado, antes que pierdan toda su humedad.

Es necesario consumirlas antes de seis horas después de haberlas cocido ya que transcurrido este tiempo entran en descomposición y fermentación.