Cambio de hábitos. Alimentación y deporte

Un estilo de vida saludable te hará ver y sentir mejor, tanto contigo misma como con los demás. ¡Atrévete al cambio!
El concepto de salud puede resumirse a un estado de bienestar completo: físico, psíquico y social.
Una vida saludable se trata de decisiones adecuadas, balance y actitud positiva.
Todas las decisiones que tomamos respecto a nuestro estilo de vida (alimentación, actividad física, hábitos) tienen un impacto directo sobre nuestra salud y bienestar a corto, mediano y largo plazo.  Es por esto que es importante averiguar si estás haciendo las mejores elecciones y que evalúes tu estilo de vida actual. Cambio de hábitos. Alimentación y deporte

Practicar deportes con regularidad y llevar una buena dieta son los puntos fundamentales para llevar una vida saludable. Pero hay que tener presente que cambiar nuestros malos hábitos es un proceso… no es algo que puede hacerse de un día para otro, pero tampoco se trata de algo imposible.  El secreto es pensar ante todo en la salud y conservar una actitud positiva.

El deporte: Cualquier práctica de deporte o ejercicio físico practicado con regularidad, mejora notablemente la salud de las personas, ayuda a combatir el absentismo laboral y los problemas de salud. Si bien en la actualidad contamos con grandes avances en el campo médico, el estilo de vida moderno tiene incluidas grandes cantidades de malos hábitos, como ser sedentarismo, mala alimentación, tabaco, alcohol, drogas. Por esta cuestión es que las tazas de mortalidad por problemas causados por estos malos hábitos son cada vez más altas. Afortunadamente, durante los últimos años se ha registrado un aumento en la cantidad de personas que se preocupan por el cuidado de su cuerpo, siendo la actividad física uno de los factores que despiertan mayor interés. Los resultados indican que buena forma física y buena salud van de la mano, y esto se  debe al fomento de hábitos más saludables entre las personas deportistas, que no suelen fumar, tomar alcohol o drogas, y prestan mayor atención a su dieta alimenticia. Mientras que el sedentarismo favorece la obesidad, altas cifras de colesterol, hipertensión, y mayores tasas de padecimientos cardiacos, cualquier deporte o ejercicio físico practicado con regularidad mejora la salud del individuo, disminuye el absentismo laboral y las visitas al médico. Para que la actividad física elegida resulte efectiva, debe realizarse inicialmente a bajos niveles de intensidad, para ir aumentándolos progresivamente. Así mismo, el ejercicio elegido deberá realizarse un mínimo de tres veces por semana durante al menos 30 minutos por sesión.

La alimentación: Una alimentación balanceada también es fundamental para mantener una buena salud y prevenir enfermedades, tales como la diabetes, hipertensión arterial, osteoporosis, algunos tipos de cáncer, entre otras. Lo ideal es llevar una dieta alta en frutas, vegetales y cereales integrales, y elegir productos lácteos bajos en grasa y carnes magras.  Es importante variar los alimentos que ingerimos para que el cuerpo obtenga todas las vitaminas y minerales necesarios para el buen funcionamiento. Además, es importante moderarse con los alimentos que son altos en grasas y azúcares, (golosinas, bebidas gaseosas y frituras). Si bien toda la información dada en esta nota es generalmente sabida, es dificil hallar la fuerza y la motivación necesarias para hacer un rotundo cambio en nuestro estilo de vida. Pero la buena noticia es que ¡no es imposible!, y con un poco de perseverancia y buena voluntad, cualquier persona puede cambiar sus hábitos para mejorar su salud.