Carisma: de que se trata y como conseguirlo

No pasa por una cara divina o un cuerpo perfecto.
Tampoco se limita a la personalidad.
El carisma es ese Carisma: de que se trata y como conseguirlo Más allá de aquellas diosas capaces de llenar las pantallas o las pasarelas con su presencia, o de esos lideres que convencen a sociedades enteras de seguirlos, incluso en nuestra vida habitual, siempre nos encontramos con alguien que tiene un encanto especial, que irradia una energía especial. Este tipo de personas consigue que todas las miradas queden clavadas en ellas, como si fueran imanes. Causan una impresión inicial muy fuerte y en forma inmediata. Tienen la extraña habilidad de ganarse el cariño o la simpatía de los demás sin hacer prácticamente nada. Emanan una especie de brillo difícil de explicar, pero que se siente, y que provoca el poderoso efecto del deslumbramiento. Pero ¿Dónde esta el carisma?, ¿Cuál es la fórmula?, ¿En que consiste esta cualidad casi mágica que parece lograr que el mundo entero se rinda a los pies de los que lo poseen?. Y más importante aún; ¿Puede aprenderse a tener carisma o solo se nace con el?. En esta nota pretendemos darte algunas pistas. En ningún otro momento de la historia, esa aura fue una carta tan poderosa como parece serlo hoy en día. Conscientes de la necesidad de ese escurridizo “no se que” para triunfar en cualquier campo de la vida, algunas universidades del mundo han comenzado a dictar cursos sobre estilos de conducción carismáticos para futuros líderes. Los libros de autoayuda están ganando fortunas con best-sellers que prometen convertir a las cohibidas y solitarias en dinámicas emprendedoras o en femmes-fatales irresistibles. Las consultoras de recursos humanos ofrecen capacitación para desarrollar el magnetismo de los ejecutivos, basándose en puntos como la importancia de mantener relaciones de tipo personal con los subalternos, y hasta los “personal shoppers” buscan conjurar el éxito y la transformación individuales a través de la transformación del guardarropas. Entre la serie de profesiones nuevas nacidas alrededor de este concepto, se encuentran también los productores de desfiles, que se encargan de ponerle “ángel” a las colecciones, los bookers de modelos, que entrenan a las chicas nuevas, puliéndolas como diamantes en bruto, y los asesores de imagen en general, que se encargan de optimizar el estilo personal, desde el pelo a la ropa, pasando por los modales y la forma de expresarse. Y mientras toda esta gente intenta dominar lo que se refiere a este don tan valorado como difícil de precisar, los científicos y psicólogos tratan de determinar como funciona el carisma hacia adentro. La mayoría coincide en que incluye una combinación de entusiasmo, extroversión y habilidad para escuchar al otro. Dicen que las personas carismáticas muestran mas variaciones en el tono de voz, son más proclives a sonreír y a establecer contacto visual, y tienden, consciente o inconscientemente, a contagiarle sus gestos a su interlocutor, en quien se concentran, generando una intensa conexión emocional. Si bien generalmente carismático se nace, el carisma también puede cultivarse. Algunas características típicas de los carismáticos son, por ejemplo, que ellos no piden las cosas sino que simplemente las toman, irradian energía, magnetismo. Cuando nos encontramos en presencia de algún carismático, generalmente queremos compartir tiempo con esa persona por un deseo inconsciente, su presencia llama la atención. Quien tiene carisma, es seguro de si mismo y audaz. La buena noticia es que esta virtud tan cotizada, capaz de influir en los demás, puede aprenderse al igual que cualquier habilidad socioemocional. Si bien es cierto que el carisma tiene un componente espontáneo, es una actitud innata de alguien que sobresale y que sabe decir la palabra justa en el momento preciso con una mezcla justa de simpatía y encanto, esta actitud también puede inducirse incorporando hábitos amables y dulces para que luego nos salgan espontáneamente. No existe un método mágico, pero si trabajamos en acentuar nuestras cualidades y corregir ciertos vicios (como interrumpir a los demás), con el tiempo se puede conquistar el carisma. ¿Cómo ser especial? Si para ti la “imagen” es sinónimo de rubia, alta y flaca, ya has comenzado con el pie izquierdo. Cada ser humano tiene una esencia que no puede cambiarse, pero si cultivarse. El estilo es el sello que cada persona trae al nacer, y también es el modo de afrontar la vida y decir “esta soy yo”. Para obtener lo mejor de esa esencia, basta con corregir hábitos y costumbres para transformarlos en beneficio propio y aplicarlos en nuestra vida. Pero el “estilo” es algo que requiere tiempo y esfuerzo, y que se construye paso a paso. El carisma esta asociado a un estilo personal y esta formado de muchas cosas. Por eso, si se quiere lograr un sello personal y auténtico, no hay que esperar que se de de un día para otro. Es un cambio progresivo y sutil, no un disfraz. Esto se debe a que la imagen no pasa únicamente por la forma en que nos vemos, sino que es un todo, tiene que ver con los gestos, los modos, el vocabulario, la forma de movernos. Por ejemplo, la mirada es un factor primordial, pues debe estar dirigida a los ojos de nuestro interlocutor. La forma de dar la mano debe ser firme y nunca inclinada hacia abajo; hay que saber escuchar, saber cuando se puede interrumpir, y cuando hay que introducir nuestros conceptos personales en una conversación. Otro de los puntos fuertes de una persona que atrae a los demás, es hablar con frases cortas para sostener el interés y trabajar la credibilidad. Y no olvidar nunca la sonrisa, pues en todo esto es fundamental. En definitiva, es posible desarrollar tu ángel, un cóctel único de imagen, actitud y habilidades sociales que solo tu puedes lograr. Y para eso, además de optimizar tus herramientas, lo mas importante es el deseo que tengas de lograrlo. Si no tienes la intención de brillar, no puedes lograrlo, pero si realmente los tienes, sigue estos consejos guiada por tu propio instinto y notaras los cambios.