¿No puedes perder los últimos kilos? ¿No paras de subir de peso a medida que pasan los años? Sigue leyendo para descubrir las formas engañosas que podría estar ayudándote a ganando peso, sin saberlo, además de consejos para poner freno a los malos hábitos. 
Admítelo, no importa cuántas veces leas acerca de la comidas con excesos de grasa, proteínas o carbohidratos que te hacen aumentar de peso, todavía no puedes equilibrar perfectamente tu dieta. Así que te diré lo que quizás no deja que bajes de peso o lo que hace que aumentes sin darte cuenta.
1. Comer cuando no tienes hambre.
¿Qué te hace subir de peso? estar viendo TV, en la computadora o restaurante que lleva a la necesidad de masticar, incluso cuando apenas acabar de terminar de comer. ¿La solución? La distracción, en lo que termines de comer busca algo que hacer, mantente ocupada. Cuando termines de comer, cepíllate los dientes, harás que no te de ansiedad porque no querrás ensuciar tus dientes. También puedes tratar de masticar chicle sin azúcar para mantener la mandíbula ocupada o mantener los alimentos fuera de su vista por completo. En cuanto al restaurante, pregunte a su mesonero si puede retirar la comida de la mesa una vez que hayas terminado. Es más probable que comas en exceso si hay una cesta de pan a medio comer o cualquier otro aperitivo.
2. Comer más alimentos de dieta.
De acuerdo con un estudio publicado en el International Journal of Obesity, muchos edulcorantes bajos en calorías y alimentos de dieta interfiere con la forma en que el cuerpo procesa la cantidad de calorías que se ingiere y en consecuencia, puede llevar al cuerpo a asimilar otros dulces que se digiere sin calorías, también, puede promover el aumento de peso. ¿La clave para mantener los kilos de más? Asegúrate de prestar atención a lo que comes, el factor de cada uno de calorías en su dieta diaria y no recurrir a este tipo de alimentos como sustitutos de alimentos.
3. Saltarse las comidas
Piensa que tu metabolismo como un horno, cuando no se está alimentando no hay nada para mantener el fuego ardiendo. Y cada vez que se salta una comida, baja el fuego un poco más, lo que significa que cuando finalmente comes, las calorías no se queman tan eficientemente como lo haría con un suministro constante de energía. Para remediar el problema, tratar de comer cada tres o cuatro horas. No sólo el fuego aviva el metabolismo, pero alimentando a esta le ayudan a prevenir los antojos de alimentos azucarados y grasos.
4. La compra de alimentos en grandes cantidades.
A menos que tengas una familia de lobos hambrientos que hayan acampado fuera de tu casa, es probable que, comprando en grandes cantidades sólo servirá para aumentar su tamaño. Después de todo mientras más comida ves, más consumes. Para abordar el problema, pruebe las siguientes opciones: prueba comprar un poco de cada cosa, así podrás probar algo deferente sin excesos y cuidarás tu dieta. Y lo que se acabo, se acabo. Nada de salir a comprar más de eso, porque puede perjudicar tu dieta.
5. Comer mientras conduces
Además de ser la causa de cerca del 50% de los accidentes, según la National Highway Traffic Safety Administration, comer mientras conduces atenta contra cualquier dieta: las opciones siempre son híper calóricas. A esto se suma que comes con una carga de estrés que no ayuda a digerir bien.
