Existen algunas claves que te ayudarán a no venirte nunca abajo y mantener en orden tu equilibrio emocional y ser mucho más feliz. 
Número 1
No debes identificarte con todas tus preocupaciones. Debes pensar que son más que unas cavilaciones que no te llevarán a ningún lugar en lugar de ser reflexiones que puedas utilizar. Las preocupaciones en cualquier caso son unos errores en el enfoque., por eso se debe ampliar el foco e incorporar todas las oportunidades y las posibilidades de las que disponemos.
Número 2
Hay que admitir que la adversidad existe. Serán bastantes las ocasiones en las que la vida no se te presentará como a ti te gustaría. Otras veces, en cambio, todo resultará mucho más favorable. Cuando no te sonría la suerte se debe dejar a un lado la típica frase de victimismo ¿por qué me pasa a mí? Si lo haces desarrollarás templanza y sabiduría.
Número 3
No hay que dejarse llevar por la necesidad de controlar todo. Ésta es una tarea que nunca se acabará porque siempre detrás de cada asunto irá surgiendo otro. Debes deshacerte de la impaciencia.
Número 4
Hay que aceptar que no eres una persona omnipotente y que existen muchas cosas que no podrás hacer jamás. Si por ello te sientes triste, debes saber que dicha tristeza te llegará a doler menos que la tensión que irás acumulando por intentar conseguir todas esas quimeras imposibles. Además podrás dedicar toda la energía a todas esas cosas que sí que dependen de ti.
Número 5
Aprende a calibrar de una forma realista todas tus inquietudes. En ocasiones un problema en concreto ni llega a secuestrar emocionalmente como si nos fuera la vida en ello. Acostúmbrate a medir las situaciones del 0 al 100. Si te das cuenta la mayoría de preocupaciones se suelen situar entre los y los 20.
Número 6
Hay que aprender que los problemas forman parte de la vida y si no te gusta darle este puedes cambiárselo por retos o lecciones. En cualquier caso estos problemas no son más que ejercicios para aprender que te ayudarán a crecer.
Número 7
Es necesario aprender a sentirte cómoda cuando estés en la incertidumbre. Debes saber que no tienes en todo caso todas las respuestas y que por supuesto nunca las tendrás. Muchas de las respuestas van a llegar a su debido momento aunque otras es muy probable que no te lleguen nunca. Hay que aprender a aceptar los ritmos diferentes de la vida y a desarrollar toda la confianza en ti.
Número 8
Aprende a pensar en positivo. Para ello debes hacer respiraciones profundas y lentas y concentrarse en los pensamientos. Imagínalos flotando por tu mente como si fueran hojas que van corriendo al viento.
Encierra tus pensamientos negativos en una caja con tapadera y hazte la promesa a ti misma que será abierta más tarde y que ese pensamiento lo analizarás cuando estés mucho más calmada.
