Como acabar con el estrés para poder disfrutar de una vida mucho más tranquila

Al contrario de lo que pueda parecer, no sólo las personas que trabajan son las que están estresadas. Los pensionistas, las amas de casa e incluso los niños, también pueden sufrir este estado si se encuentran sometidos a un tensión nerviosa constante. Para poder evitar que esta situación consiga adueñarse de nuestras vidas, será necesario hacer algunos cambios en nuestros hábitos. Como acabar con el estrés para poder disfrutar de una vida mucho más tranquila

Cómo saber si estás estresado

Cuando pasamos por una situación de permanente estrés, no resulta demasiado fácil reconocerla ya que podemos estar tan acostumbradas a ello que llegamos a percibirla como una parte de nuestra vida y no se le da la importancia que tiene realmente.

Existen una serie de síntomas que sí que son fáciles de percibir y que pueden ayudarnos a darnos una pista sobre nuestro estado de ánimo.

Síntomas físicos

Problemas digestivos como por ejemplo vómitos, diarreas, estreñimiento o dolor de estómago, así como tartamudeo u otros problemas en el habla. También es frecuente una necesidad frecuente a la hora de orinar, una sensación de opresión en la zona del pecho, sudor en las palmas de nuestras manos, así como pies y manos frías, palpitaciones, migrañas, sequedad de boca, tensión muscular y tics nerviosos o temblores musculares.

Síntomas emocionales

Una sensación de tener un nudo en nuestra garganta, tristeza y deseos de llorar casi constantemente, son síntomas de estar sufriendo una situación de estrés.

Una preocupación excesiva y una sensación de miedo por lo que pueda pasarnos tanto a nosotros como a las personas que queremos, como por ejemplo miedo a caer enfermos o a perder el trabajo; dificultad para concentrarnos o problemas de memoria, resultan igualmente síntomas inequívocos de estar pasando por una situación excesiva de nerviosismo que puede desencadenar en estrés.

Así mismo existen unos cambios en nuestras conductas que resultan relevantes a la hora de diagnosticar este trastorno, como rechinar continuamente los dientes, comer en exceso o no comer apenas nada, fumar o beber con una frecuencia mayor de la habitual, dormir en exceso o insomnio ya sea a la hora de conciliar el sueño o a la hora de despertarse antes de la hora programada e incluso una desgana a la hora de arreglarse o vestirse.

Mejorar nuestra calidad de vida

Para conseguirlo es necesario reducir el consumo de ciertos estimulantes como el tabaco, el café o determinados fármacos. También nos ayudará seguir una dieta ligera y equilibrada evitando las comidas que sean demasiado abundantes, ricas en grasas o pesadas, sustituyéndolas por alimentos más nutritivos como las verduras, las frutas, las legumbres o los cereales integrales entre otros.

Caminar a diario es una buena opción. Media hora cada día como mínimo, nos hará sentirnos mucho mejor.

Disfrutar de un sueño lo más reparador posible es otra cuestión primordial para alejar el estrés de nuestra vida. Para ello debemos acostumbrarnos a acostarnos y a levantarnos a la misma hora siempre, incluidos los fines de semana y si es posible, realizar una actividad que nos relaje antes de irnos a la cama como por ejemplo, tomarnos un baño caliente o bebernos una infusión.