Cómo cuidar tu alimentación durante el periodo de lactancia.

Durante el periodo de lactancia la incorporación a tu dieta de ciertos nutrientes esenciales se convierte aún en más fundamental.
Toma nota de unos cuantos consejos en este artículo, y entérate de los alimentos que más te conviene reforzar. Cómo cuidar tu alimentación durante el periodo de lactancia. Durante el periodo de lactancia, los alimentos que ingieras son fundamentales para determinar la calidad de la alimentacion del niño, y tambien la cantidad de leche y la mayor o menos durancion que podras amamantar al pequeño.

Es por ello por lo que en este articulo, analizaremos algunos de los alimentos mas beneficiosos que debes de incorporar a tu dieta con mayor frecuencia de lo habitual para lograr unos resultados estupendos.

Toma nota de ellos:

  • Pescado: Come por lo menos dos raciones por semana, incluyendo una de pescado azul, rico en ácidos grasos omega 3 de cadena larga. Al comer una o dos raciones de pescado azul por semana, aumentas los niveles de omega 3 en tu leche, lo que, según varios estudios, puede tener efectos beneficiosos en el desarrollo cerebral y de los ojos de tu bebé.

 

  • Frutas y verduras: Toma al menos cinco raciones de frutas y/o verduras.
  • Lácteos: Son la principal fuente de calcio, componente indispensable de la leche. Es fundamental para la producción de la misma. Además durante el parto tendrás menos de lo normal. Procura tomar al menos 3 vasos de leche diarios, o 2 vasos de leche y otros productos lácteos como yogures, quesos, postres lácteos, cuajadas, cremas elaboradas con leche, etc. 
  • Fibra: Deberás comer alimentos sobre todo integrales como el pan integral, los cereales integrales, las legumbres, frutas esto es especialmente importante tras el parto, debido al estreñimiento.
  • Hierro: El bebé necesitará una gran cantidad de hierro, así que debes de tener refuerzos. Por lo que no dudes en ingerir alimentos como los cereales, las legumbres, algo de carnes rojas, espinacas, acelgas,… etc.
  • Hidratos de carbono: Aumenta las cantidades de alimentos ricos en hidratos de carbono, pues te darán energía, pero disminuye las grasas saturadas.
  • Proteínas: Deberás doblar los aportes protéicos o incluso triplicarlos. Sin embargo, decántate por carnes blancas como el pollo y el pavo, para así no consumir excesivas grasas.