Cómo evitar la deshidratación

Con la llegada del verano llegan también las altas temperaturas que pueden llegar a jugarnos malas pasadas en nuestra salud y en nuestra belleza si no nos hidratamos de una manera correcta. Descubre cómo hacerlo. Cómo evitar la deshidratación

¿Cómo saber si se está perfectamente hidratada?

Hay que tener en cuenta algunas pistas. Por ejemplo sabremos que estamos bien hidratadas si tenemos la piel suave, elástica y tersa, si no tenemos accesos de sed que se descontrolen y si al beber conseguimos saciar la sed.

Fármacos y deshidratación

Algunos fármacos como los diuréticos, ya que aumentan la cantidad de orina expulsada; los antihistamínicos, usados para tratar las alergias; los anticolinérgicos, medicamente propios del Parkinson o de la depresión y los betabloqueantes, que son usados para tratar los problemas de hipertensión, pueden llegar a provocarnos deshidratación.

Recomendaciones necesarias

Durante los meses de verano no debemos desplazarnos sin nuestra botella de agua para ir tanto a la playa, como al campo, a hacer ejercicios o cuando tengamos previsto hacer un viaje de un largo recorrido donde no sea posible fácilmente abastecernos de bebida.

Además es conveniente aumentar el consumo de verduras y de frutas ya que estos alimentos tienen mucho agua y así conseguiremos tomar más líquidos sin apenas darnos cuenta.

Debemos beber también entras las comidas, tomar agua antes, después y durante cada una de las comidas ya que ésta no influye en el aporte de calorías puesto que el agua tienen 0 calorías con lo cual no puede ni adelgazar ni engordar.

Para evitar deshidratarnos además de beber agua también podemos tomar bebidas isotónicas como por ejemplo la limonada casera alcalina.

Es aconsejable realizar comidas ligeras que no s ayuden a reponer las sales que perdemos a través del sudor. Así una buena opción son las ensaladas, las verduras, los gazpachos y las frutas.

Las infusiones también son unos sustitutos perfectos del agua. Durante el verano se pueden tomar con hielo pero lo aconsejable es tomarlas tibias para así poder “igualar” la temperatura corporal con la que haya en el ambiente.

Al levantarnos podemos tomar uno o dos vasos de agua ya que hidratará nuestro organismo y potenciará los mecanismos de limpieza y de drenaje.

Se debe evitar el consumo de aquellas bebidas que tengan una base de cola o que sean muy azucaradas o al menos ir alternándolas con vasos de agua para evitar que la glucosa nos suba.

Es necesario beber antes de que la sed haga su aparición, ya que si la bebida nos “entra muy bien” es que nuestro organismo ya está necesitando líquido puesto que la sed no aparece  hasta que ya se ha perdido un 1% del agua de nuestro cuerpo.

También hay que evitar las bebidas alcohólicas ya que producen deshidratación, de hecho los típicos síntomas de la resaca son bastante parecidos a los que se sufre durante una deshidratación.

Cada doce o quince minutos debemos tomar un cuarto o incluso medio vaso de agua, pero no mucho más, ya que beber excesivamente tampoco  es muy bueno para la salud