Comprando maquillaje

Para todas nosotras, la belleza es un objetivo fundamental. Sentirnos y vernos bien son cosas que nos gratifican.
Y para lograr estar bien día a día, siempre es necesaria (aunque sea mínima) la ayuda del maquillaje.
Por eso a la hora de salir a abastecer nuestro necessaire, es imprescindible tener en cuenta algunos tips, que nos ayudarán a comprar sin cometer errores. Comprando maquillaje Cuando salimos de compras, muchas veces terminamos volviendo con cosas innecesarias, cosas que sabemos que nunca usaremos, que no se adaptan a nuestro estilo de vida… en conclusión, cosas que luego terminamos preguntándonos cual fue el extraño motivo que nos llevó a comprarlas. Para que esto no nos vuelva a suceder, aquí van algunos consejos prácticos.

  • Escapar de aquellas promotoras que buscan vendernos “el look de la temporada”, completito y parejito. Y que casualmente es “el que mejor sienta con usted”. Si nos tomaramos el tiempo para observar a esa “experta” trabajando en toda su jornada laboral, nos daríamos cuenta de que se lo quiere vender a la de 16, a la de 20, a la de 50 y a la de 85.
  • A la hora de comprar sombras, lo ideal es probar una tonalidad en un ojo y otra en el otro. De esta forma podemos comparar mejor. Otra cuestión fundamental es pensar en los colores que tenemos en nuestro guardarropas, pues así siempre tendremos sombras para cada conjunto.
  •  Los cosméticos tienen una vida útil larga. No debemos permitir que una vendedora quiera vendernos todo lo que ya tenemos, pues hay que concentrarse en lo que nos hace falta y en adaptar los detalles de moda a lo que tenemos en casa.
  • Si no estamos convencidas con lo que nos ofrecen, hay que recordar que somos nosotras, las consumidoras, las que tenemos el derecho a elegir. No sirve encerrarse en una sola línea de cosméticos, pues cada marca tiene opciones distintas y de esta forma encontraremos mayor variedad a la hora de elegir.
  • No debemos fiarnos de las vendedoras entusiastas, pues generalmente piensan más en su comisión de venta que en las necesidades de las clientas, osea, de nosotras. Tampoco hay que dejarse llevar por las vendedoras desganadas, pues su objetivo es sacarnos de encima lo antes posible con el mejor rédito. Lo ideal es buscar una vendedora amigable, que esté dispuesta a ayudarnos, que elija los productos para nosotras como si se tratara de cosas para ella misma, sin querer utilizar la “técnica del enchufe”. Esta vendedora es la que espera que volvamos como una amiga y no nos presiona para comprar hoy, porque sabe que mañana seguro no volveremos.
  • Pensar en nuestras necesidades es fundamental. Si somos alérgicas o sensibles a determinados productos, probar sin comprar, dándonos tiempo a sentir el producto en nuestra piel, es la mejor opción. No debemos dejarnos ganar por la impaciencia.

Y nunca debemos olvidar que, a la hora de comprar, debemos ser egoístas, pues ya que nosotras seremos las beneficiarias de dichos productos, tenemos todo el derecho del mundo a tomarnos el tiempo que sea necesario para decidir que es lo que queremos y que es lo que no, y a probar cuanto producto se nos ocurra… sin tener miedo de quedar como “pesadas” o “vuelteras”.