Cuestión de piel. La solución a los problemas más comunes

Tanto en verano como en invierno, nuestra piel se expone a drásticos cambios de temperatura, pues, cuando no es del calor de la calle al frío del aire acondicionado, es del gélido frío invernal a la calefacción de la oficina.
En esta nota te contaremos algunos de los problemas más comunes que suelen aparecer en la piel y sus soluciones. Cuestión de piel. La solución a los problemas más comunes

  • Piel reseca, sin luminosidad: La exfoliación es la solución a este problema, pues estimula la renovación celular y favorece la microciculación de las zonas afectadas. Con una o dos exfoliaciones semanales, tu piel recuperará su vitalidad y la sentirás nuevamente firme y suave.
  • Piel tirante y opaca: Padecimiento común de aquellas que olvidan quitar el maquillaje por la noche. La clave para estar siempre radiante es tener una rutina de limpieza diaria y efectiva. Por eso es fundamental que todas las mañanas y todas las noches elimines maquillaje e impurezas de tu rostro. De esta manera, tu piel podrá respirar y tu crema de tratamiento podrá actuar sin impedimentos.
  • Puntos negros en la nariz y mentón: Odiados y temidos, los puntos negros pueden combatirse (pero no apretándolos con los dedos). Para deshacerte de ellos, lo ideal es elegir un exfoliante con micropartículas naturales. Aplícalo una vez por semana hasta que desaparezcan, y si se tornan constantes, no dudes en recurrir a una dermatóloga para hacer una limpieza de cutis.
  • Zonas ásperas en el cuerpo: Cuando algunas zonas como lo pueden ser la cara interna de los brazos y los muslos se tornan repentinamente ásperas, suele deberse a un engrosamiento de la capa superficial de la piel. Para que vuelvan a la normalidad, lo ideal es utilizar un jabón granulado (exfoliante) aplicado con esponja vegetal. A la hora del baño, realiza masajes firmes y en forma circular en las zonas afectadas, de esta manera generarás una suave exfoliación diaria que te ayudará a deshacerte del problema. No olvides aplicar siempre crema humectante para evitar que la piel se reseque.
  • Piel porosa y con imperfecciones visibles: Para corregir y unificar la textura de la piel sin agredirla, lo ideal es aplicar un gel exfoliante que contenga micropartículas de aluminio. Con utilizarlo dos veces por semana, será suficiente para solucionar el problema.
  • Piel brillante, rugosa y áspera: Las pieles grasas brillan más que el resto, en especial en la zona T. El exceso de sebo obstruye los poros, impidiendo que la piel elimine toxinas, y es por eo que se formas granitos y espinillas. Para combatir este problema lo ideal es utilizar un exfoliante con vitamina A y alguna propiedad astringente, como lo puede ser el extracto de limón, y complementar su uso con una crema hidratante libre de aceites.