Cuidados naturales para la piel

El uso de ingredientes naturales con fines estéticos se remonta a la antigüedad. Desde el antiguo Egipto nos llegan datos de que se utilizaba la miel para embellecer la piel, y no olvidemos los famosos baños de leche de Cleopatra.
Las mascarillas que se utilizaban eran probablemente de lodo o arcilla, y en un comienzo, su objetivo era sanar. Pero seguramente, más de una mujer notó el hecho de que el aspecto de la piel quedaba mucho mejor después de aplicarla, y de esta forma, su uso se ha convertido en costumbre. Cuidados naturales para la piel Hoy en día, hay infinidad de máscaras faciales. Las hay naturales y químicas. Entre las naturales, las mascarillas limpiadoras a base de barro y arcillas son muy fáciles de hacer en casa comprando el barro en polvo. Lógicamente, para las mascarillas a base de frutas, no necesitas nada más que la fruta en cuestión. En cambio, en los casos de mascarillas con aceites esenciales o ingredientes activos, es preferible comprarlas En esta nota apuntaremos hacia las primeras, específicamente a las frutales, fáciles de hacer y aplicar en casa, y no por eso menos efectivas. Los ingredientes de cada mascarilla varían según el objetivo que se busque: humectar, pulir, afirmar, limpiar etc. Consejos a tener en cuenta:

  • Antes de aplicar: Limpiar la piel es un paso fundamental antes de comenzar. Con una leche de limpieza, para eliminar el maquillaje y el sudor. También podemos recurrir a exfoliar la piel, pues es un buen paso previo a la utilización de una mascarilla. Su objetivo es dejar la piel libre de células muertas para que la máscara penetre mejor.
  • Durante la aplicación:Descansar mientras tienes aplicada la mascarilla es fundamental. Generalmente entre 5 y 20 minutos. Las mascarillas deben de aplicarse con movimientos rotativos siguiendo la dirección de los músculos de la cara y siempre hacia arriba.
  • Luego de la aplicación: Elimina la mascarilla con agua tibia. Las temperaturas extremas se pueden sentir bien en el momento pero pueden irritar la piel. Lo ideal es enjuagar con agua tibia y retirar con la ayuda de un algodón o esponjita de latex.

Selecciona tu tipo de máscara: Si bien hay mascarillas que sirven para todo tipo de piel, hay ciertas reglas generales a tener en cuenta, pues si tu piel es seca, lo ideal es utilizar máscaras humectantes que ayudarán a recuperar la hidratación, mientras que, para pieles grasas y con acné, lo mejor son las mascarillas limpiadoras (barros y arcillas), pero con especial cuidado de que los ingredientes no sean irritantes y que no obstruyan los poros (aceites minerales, vaselina, etc). Si tu piel es normal, la mejor opción será una mascarilla revitalizadora, que dará luminosidad y tersura. Frecuencia: Se pueden utilizar de una a tres veces por semana, pero siempre depende de las características de cada tipo de piel. Las mascarillas exfoliantes deben aplicarse preferiblemente deben una o dos veces por semana como extremo. En pieles muy sensibles, una vez cada 10 o 15 días. Cuando usarlas: Se pueden utilizar en cualquier horario. Lo ideal es elegir un rato en el cual podamos relajarnos completamente, desenchufar el teléfono y acostarnos. La noche suele ser un buen momento para las personas ocupadas, pues es el único momento en que logran relajarse. Mascarillas frutales: Se realizan haciendo un puré con la pulpa de las frutas como único ingrediente. Son apropiadas para todo tipo de piel, aunque unas son mejores que otras según el tipo específico de la piel. Si la consistencia que se obtiene no es suficientemente cohesiva para aplicarla sobre la cara, se puede agregar una cucharita de harina de trigo o de avena. Ahora entonces, las distintas frutas y sus propiedades:

  • Manzana: Ayuda a las pieles con acné.
  • Tomate: Ayuda a recuperar la piel de las quemaduras por exposición solar.
  • Melón: Ideal para pieles normales y secas.
  • Bananas: Todo tipo de piel.
  • Pepino: Piel normal o grasa.
  • Papaya: Resulta ideal para piel normal a grasa. No debe dejarse sobre la piel por más de 5 minutos.

Con respecto a otros ingredientes naturales, los hay en infinidad y con excelentes propiedades para todo tipo de pieles. Los más conocidos son la leche (y derivados), miel, barros, arcillas, almendras e incluso plantas como el aloe vera, manzanilla, etc… Anímate a inventar tus propias mascarillas averiguando las propiedades de cada ingrediente. Recuerda que el secreto reside en la correcta aplicación, la frecuencia y en la calidad de las materias primas. Fuente: Lindisima.com