Decorar un hogar con una inversión pequeña. ¡5 Consejos! (Parte I)

Si se quiere remodelar o al menos renovar el aspecto que tiene una habitación, emplear una gran inversión no es la única solución. Se debe tener en cuenta que el aspecto que emana un espacio solo es un entrelazamiento entre los efectos que brindan la luz, el espacio, los colores y los objetos que lo componen. Por eso, a continuación, 5 consejos fáciles de implementar para rejuvenecer el hogar, resignificar el mobiliario y que el bolsillo quede casi intacto. Decorar un hogar con una inversión pequeña. ¡5 Consejos! (Parte I) 1. Reorganizar el mobiliario

El primer paso es soltarse un poco de la rigidez que se le suele dar a los muebles, agrupándolos de formas nuevas y jugando con las distribuciones para lograr un aspecto renovado y fresco. Esto debe realizarse en primer lugar porque puede evitar que sea necesario comprar muebles o elementos nuevos. 

También es una buena idea para mudar de aires la decoración, optar por cambiarle al mobiliario los colores que tienen, tanto por completo como en determinados sectores (como pintando solo las patas de una mesa), siendo lo ideal combinar el tono elegido con los colores de la habitación. 

Este juego de redistribución también puede emplearse en elementos de decoración o iluminación, como lámparas, alfombras, cuadros, etc., ya que son componentes de suma importancia a la hora de imponer puntos fuertes y atrayentes en una habitación. Es sorprendente el cambio que se puede alcanzar solo reubicando los elementos de un espacio, de manera que se puede revitalizar, refrescar y revalorizar totalmente una habitación.

2. Jugar con los colores y las texturas

No es necesario pintar toda una habitación para renovar las paletas de colores que la componen, esto se debe a que los tonos pueden ser combinados con colores tanto contrastantes como armónicos; por ejemplo si se tiene un color verde claro de base, éste puede ser fácilmente complementado con tonos tierra de varias gamas de intensidades.

Además, algunas veces no es necesario tocar el color de las paredes si fueron pintadas recientemente, pudiendo bastar con renovar, por ejemplo, solo el color de las pantallas de la iluminación o de algunos muebles. En este sentido también se puede optar por dar “salpicaduras” de color en algunas áreas; por ejemplo agregando nuevas fundas en almohadones, y haciendo que éstos combinen con las cortinas o con algún otro elemento de la habitación.

Tampoco se debe dejar de lado el uso de diversas texturas, ya que esto puede modificar ampliamente la percepción de un espacio. Suele ser muy utilizado, por ejemplo, combinar paredes revestidas con madera, empapelados o guardas con otras simplemente pintadas de un solo color.

Seguir Leyendo: Segunda Parte. (Se abrirá en una nueva pestaña)