Dile adiós a las deudas

Todas lo sabemos: no deberíamos gastar más de lo que ganamos, pero en la práctica, siempre terminamos sacandole chispas a nuestra tarjeta de crédito.
En esta nota, algunos consejos para eliminar nuestro saldo en rojo desde ahora Dile

Paradójicamente, todas las mujeres en su sano juicio gastan más de lo que deberían. Cuando no es esa cartera que tanto necesitamos para combinar con el pantalón amarillo es ese saquito que es tan lindo tan lindo… aunque no abriga nada. Todo cuesta plata, y pareciera que nuestro sueldo nunca es suficiente para comprar todo aquello que “necesitamos”, además de pagar nuestras cuentas. ¿Resultado? Pedimos préstamos con intereses altos o pagamos solo el mínimo de la tarjeta de crédito, y cuando nos damos cuenta, la bola de nieve que rueda sobre nuestras finanzas y amenaza con aplastarnos es del tamaño de Alaska. Para salvarte de la catástrofe, no te pierdas esta nota, en la que te daremos algunos consejos para cambiar esta situación de una vez por todas.

Todas las deudas en un mismo lugar: Bien sabemos que las deudas pendientes son un dolor de cabeza. Es conveniente saldarlas lo antes posible, en especial si se trata de pagos pendientes de tarjetas de crédito o de descubiertos en cuentas bancarias. ¿Cómo hacer esto? Imagina un balde con un único agujero y otro con diez… ¿Cuál es más fácil de manejar? Lo mismo pasa con las deudas, es preferible mantener bajo control un único saldo en rojo que hacer malabarismos con deudas de distinto origen, vencimiento y monto. Una de las estrategias posibles es sumar todo lo que tienes por pagar y pedir un préstamo en el banco. De esta forma, no solo podrás manejar mejor la situación, sino que además los bancos tienen intereses más bajos que las tarjetas de crédito. Y no olvides tener en cuenta que, si puedes pagar el préstamo en menor tiempo que el estipulado, te ahorrarás algunos intereses.

Cortar los gastos extras: Así como no funciona tomar cerveza a la mañana para sacarte la resaca que te quedó de la noche anterior, hacer un nuevo gasto no te ayuda a ahogar las penas causadas por un saldo bancario negativo, pues en realidad, todo lo contrario… Una buena solución resulta cortar por un par de meses todo aquello que no es realmente necesario, por ejemplo, ir a la manicura una vez por semana, cenar afuera 3 noches seguidas, comprar cosas innecesarias en el súper solo porque están de oferta, etc, etc… Para salir del saldo en rojo hay que eliminar todo aquello que no es esencial, claro que no por mucho tiempo porque sino esta conducta se puede volver difícil de sostener. Y más importante que esto aún es, una vez que tomes la decisión de cortar las cosas superfluas por un tiempo, no olvides avisarle a tu familia y amigos, para poder contar con su apoyo no solo para mantenerte alejada de las tentaciones, sino para que no te inciten a caer en ellas. Para soportar la frustración de estar privándote de todo aquello que te gusta, no olvides focalizarte en la alegría que sentirás cuando no le debas nada a nadie, o cuando consigas hacer ese viajecito que tanto querías.

Cambiar los patrones de consumo: Cuando el dinero escasea, una buena opción es cambiar las marcas que habitualmente consumimos por otras más económicas, sobre todo en lo que concierne a ropa y accesorios. Esto no significa que nunca más puedas entrar en los negocios que te gustan, pero si estás acostumbrada a gastar mas de lo que ganas, obviamente necesitas reorganizar tus cuentas. Un buen truco para que los días de “dieta financiera” sean más llevaderos en no convertirnos en víctimas y evitar las quejas. Lo ideal es mirar el lado positivo y pensar que aunque para el próximo sábado no puedas comprarte un jean nuevo, dentro de unas semanitas podrás comprarte todo un conjunto nuevo.

Moderar el consumo: Muchas veces, cuando vamos al súper, volvemos cargadas de bolsas y nos damos cuenta que no compramos la pasta que necesitábamos para la cena, o nos olvidamos del shampoo. Cuando vamos de compras, es indispensable hacer una lista en la que esté solo lo necesario, y no salirnos de ella. Hay que evitar comprar ofertas por el único hecho de que salen la mitad cuando no necesitamos ni espuma de afeitar ni esas galletitas que terminan quedando al fondo de la alacena porque no nos gustan. Otro punto a tener en cuenta es que hay que evitar, en lo posible, pagar la cuenta del super con tarjeta de crédito, pues terminarás pagando intereses por cosas que seguramente ya habrás consumido cuando te llegue el resumen de la tarjeta, por eso, a menos que haya alguna promoción de descuento en tu súper, intenta evitar pasar el plástico al momento de comprar elementos de consumo inmediato.