Es la época más divertida del ano. Siempre y cuando no quedes tapada por los compromisos. Date tiempo para todo y dedícate a pasarla ¡bomba! 
En diciembre todas las rutinas estallan. Reuniones, llamados, tarjetas, regalos, parientes que van y que vienen, fiestas, balances, compras… (la lista sigue interminablemente), todo, acumulado en 31 días.
Sumado al ajetreo exterior, aparecen los ajustes interiores: lo que te prometiste hacer y no cumpliste, las deudas pendientes para los próximos doce meses y la esperanza de que las cosas vayan mejor en tu vida sentimental, económica o laboral.
¿Por qué tanto acelere acumulado en tan pocos días?
En esta época uno siente que le queda poco tiempo para realizar todo lo que le quedó pendiente. Muchas personas tienen terror de no llegar a cumplir sus metas; además, es una época de replanteos.
Por supuesto, todo depende de la personalidad. Hay personas que se excitan frente a un balance positivo y otras que lo hacen para no enfrentarse al bajón de lo que no pudieron resolver, o por no querer admitir sus frustraciones.
Por eso, si te sientes desbordada y completamente ansiosa, lo mejor es adoptar algunas actitudes inteligentes que te van a devolver la paz interior. En principio algo que parece obvio: permitirnos disfrutar. Darnos permiso para ser felices, sin culpas.
Otro punto importante es ponernos un orden de prioridades, sin sobrecargarnos de tareas. Y organizarnos con horarios posibles para alguien que no es ‘Super woman’. Esto implica distribuir las obligaciones en los diferentes días para que no terminar completamente agotadas. Y para esas personas controladoras que necesitan sentir que nada se les va de las manos, intentar por todos los medios relajarse y distraerse.
Por supuesto, se lo mas benigna que puedas contigo misma cuando hagas el balance anual inevitable en esta época. Y no pretendas hacer, en medio del desborde de fin de año, lo que no pudiste realizar durante el año. Recuerda que la vida no termina el 31!
Consejos anti-estres
• Déjate días libres para quedarte en tu casa y desconecta el teléfono. Aprovecha para dormir.
• Organiza cada día la noche anterior. Saber lo que vas a hacer, por adelantado, baja la ansiedad.
• No te exijas lo imposible. Saludar a todos tus conocidos, ir a todas las reuniones, cerrar el balance y encima, estar depilada es demasiado. Permítete faltar adonde no quieres ir.
