Una de las enfermedades que más suelen sufrir los niños son lan anginas. Se trata de una inflamación de las amígdalas, normalmente causadas por virus o bacteria, que a veces puede ir acompañada de infección. 
Aunque es una dolencia que no reviste ninguna gravedad, es molesta y puede llegar a ser muy dolorosa e incluso a causar una fiebre muy elevada. Causa enrojecimiento en la garganta, que puede conllevar incluso la aparición de placas o ampollas.
La enfermedad es enormemente contagiosa, y, al pasar de una persona a otra simplemente con los estornudos o la tos, frecuentemente acaba cogiéndola toda la familia que convive en una casa.
La mayor parte de los casos de anginas se producen a causa de virus, por lo cual en estos casos los antibióticos no sirven de nada. Sí deben administrarse cuando es de origen bacteriano y existe infección.
El pediatra nos indicará de si la enfermedad es vírica o bacteriana y el tratamiento a seguir. En todos casos, sin embargo, es muy conveniente que el niño coma abundante fruta, sobre todo aquélla que es rica en vitamina C, como las naranjas.
Intentaremos que la alimentación del niño durante estos días se base en las verduras, que podemos darle en forma de purés o sopas, ya que le facilitaremos así su ingestión si le duele la garganta. No debemos olvidarnos de darles también muchos líquidos y zumos de fruta, especialmente si la enfermedad le provoca fiebre.
Aunque es una dolencia que puede sobrevenir en cualquier época del año, es mucho más fácil en los meses de frío.
Hace años, en los niños que sufrían mucho de anginas, se les extirpaban alegremente enseguida las amígdalas, cosa que hoy en día está descartada excepto en casos de especial gravedad, ya que, como todas las partes de nuestro cuerpor, estas glándulas tienen una misión importante dentro del sistema de defensa, y no es conveniente prescindir de ellas a no ser que no haya más remedio.
