Síndrome de fatiga visual

Hoy en día la utilización de ordenadores o de e-books entre otros, durante muchas horas al día, puede llegar a provocar cansancio visual que se caracteriza por una pesadez en los ojos, tensión en ellos, escozor ocular, dolor de cabeza, ansiedad o visión doble o borrosa. Todos esto síntomas son algunas de las señales que nos indican que se puede estar padeciendo una fatiga visual. Síndrome de fatiga visual

¿Qué es la fatiga ocular?

El término médico con el que se define la fatiga ocular es el de astenopia y es la respuesta a un esfuerzo muscular durante mucho tiempo. Los síntomas más comunes, aparte de los descritos con anterioridad, son una mayor sensibilidad a la luz o al viento, lagrimeo constante, enrojecimiento de loso ojos, cefaleas, dolores cervicales, mareos o contracturas en la espalda, estando la mayoría de ellos asociados a una serie de hábitos inadecuados, como por ejemplo, tener una mala postura frente al ordenador, un exceso de horas ante él, una mala iluminación o reflejos en la pantalla.

Estas manifestaciones se suelen hacer más patentes cuando llega el final del día y aunque no son síntomas de padecer ninguna enfermedad, según los especialistas, es importante descartar otra alteración de tipo oftalmológico que pudiera causarlos, por lo que es necesario efectuar unas revisiones periódicas.

Consejos para intentar no dañar nuestra vista

En primer lugar hay que tener en cuenta que los problemas oculares están provocados por un mantenimiento de la misma actividad y a la misma distancia durante un tiempo prolongado. Para conseguir descansar la vista, es necesario alternar la distancia de visión, es decir, si estamos mirando de cerca la pantalla del ordenador, mirar algo de lejos y viceversa.

Descansar como mínimo unos cinco minutos por hora de actividad o de lectura que necesite de un esfuerzo visual, también es muy importante. Cuando estamos concentrados, el parpadeo disminuye de unas veinte veces por minuto a unas cinco veces, por lo que es muy importante ser conscientes de esto y realizar diez parpadeos completos que se deben alternar con parpadeos más rápidos durante varios segundos, al menos cada hora. Si aún así persiste la sensación de tener los ojos secos, podemos recurrir a la utilización de un colirio.

Si estamos trabajando con un ordenador, podemos suavizar el contraste y el brillo de la pantalla para mejorar la visualización de nuestros textos. Como ayuda, también se puede optar por disminuir la luz del ambiente. En cualquier caso, si se está demasiado cansado, lo mejor es no utilizar ningún tipo de medios electrónicos.

Colocarse al menos a una distancia de unos 60 centímetros de la pantalla del ordenador y siempre por debajo del nivel de nuestro ojos, es importante para evitar dañar nuestra vista. También deberemos evitar colocar la pantalla con la que trabajemos de espaldas o de frente a una fuente de iluminación directa, ya sea natural o artificial.

Y lo más importante y por supuesto recomendable: debemos acudir al oculista, por lo menos una vez al año para que nos revise nuestra salud visual.