La atractiva localidad de Langre y su playa al pie de los acantilados

No hay ninguna duda de que Cantabria es una comunidad de una gran belleza paisajística, una tierra llena de contrastes paisajísticos donde al visitante se le ofrecen un gran número de alternativas para disfrutar de la riqueza de su patrimonio, de su cultura y gastronomía y de sus muchos recursos naturales. La atractiva localidad de Langre y su playa al pie de los acantilados Una de las poblaciones que podemos visitar en dicha comunidad es Langre, situada al Este de la Bahía de Santander. Se trata de una localidad con un gran atractivo, rodeada de grandes prados que llegan hasta los acantilados que dan al mar, los cuales forman medio círculo para dar cobijo a su famosa playa, una de las más hermosas del norte de España.

Los acantilados, entre los que destaca uno de sus extremos en forma de león y conocido como el Pico de Langre, miden 25 metros de alto, y unas largas escalinatas nos llevan hasta la playa, de 1 kilómetro de longitud y punto de encuentro de numerosos surfistas debido al viento que suele correr en ella.

Dentro de su legado histórico, podremos contemplar su Iglesia de San Félix, construida en el siglo XVIII, en cuyo interior guarda una talla de San Roque de gran valor.

Además, en Langre se halla también una muestra de la obra del escultor Jesús Otero, de hecho una de las más importantes que existen de este artista. Se trata de una escultura que representa a Ismael Hoz, que, en el año 1960, habiendo naufragado en estas costas el barco “Elorrio”, murió intentando salvar a la tripulación.

Si decidimos visitar esta hermosa localidad, no debemos dejar de degustar, en uno de sus restaurantes, alguno de sus platos típicos, como el cocido montañés, la olla ferroviaria, la marmita de bonito, el cocido lebaniego, las almejas a la marinera o la sepia estofada en su propia tinta, entre otros platos igualmente exquisitos.

Si tenemos la suerte de que nuestra estancia en el municipio tenga lugar a principios del mes de agosto, podremos participar de sus alegres fiestas, que se celebran en honor a San Félix, patrón de la localidad. Se celebran una gran cantidad de actos, siendo los más destacados la romería, la comida campestre y la verbena que tiene lugar por la noche, con orquesta y baile.