Se pueden conseguir impactantes efectos con las velas flotantes. La cera de por sí flota, por tanto lo único que hemos de tener en cuenta es que cualquier vela más ancha que alta flotará en el agua. Combinándolas en recipientes de cristal con agua se convierten en un adorno muy atractivo. Incluso podemos teñir el agua de algún color, usando colorantes alimentarios. 
Las velas se han convertido en los últimos años en uno de los elementos decorativos más usados, debido a que, siendo un producto muy económico, dan un toque cálido y agradable a cualquier estancia. Además, la variedad de tipos, formas y colores es infinita.
Como pasa con todos los artículos que sirven para decorar, debemos tener en cuenta una serie de consideraciones para poder sacarles el máximo provecho posible.
Lo primero que debemos hacer, si queremos que las velas destaquen mucho en algún rincón en concreto, es no ponerlas sueltas, sino agrupadas de alguna manera. Por ejemplo, velas iguales pero de distintas alturas. O velas del mismo color pero con diferentes formas. El impacto visual será mucho más impactante.
Se pueden conseguir impactantes efectos con las velas flotantes. La cera de por sí flota, por tanto lo único que hemos de tener en cuenta es que cualquier vela más ancha que alta flotará en el agua. Combinándolas en recipientes de cristal con agua se convierten en un adorno muy atractivo. Incluso podemos teñir el agua de algún color, usando colorantes alimentarios.
Las velas pequeñas quedarán muy bien si las ponemos dentro de vasos o contenedores de cristal, de tal manera que queden completamente en su interior.
Para las más largas podemos usar candelabros, de los cuales también los hay en todos los colores, estilos y materiales. Podemos escogerlos de plata, de bronce, de cobre, de cerámica, de cristal, y de muchos otros productos. Todo dependerá de cómo sea el rincón donde desees colocarlos. Si es más de estilo clásico seguramente le irá mejor un material como el bronce, y si es más informal quizá la cerámica.
