Lechuga: un alimento ligero, saludable y muy refrescante

La lechuga es un alimento muy útil para poder combatir cierto tipo de enfermedades como la gota, la artritis, la diabetes, los eczemas,, las varices, el reumatismo, la acidosis y la arteriosclerosis, por las numerosas propiedades beneficiosas con las que cuenta. Lechuga: un alimento ligero, saludable y muy refrescante

Propiedades de la lechuga

Las propiedades de este alimento son muchas y muy variadas y además se encuentran comprobadas de una manera científica, por lo que es uno de los alimentos más recomendados en todo el mundo con distintos fines terapéuticos.

De origen indio, esta verdura cuenta con un contenido de agua que alcanza hasta el 95% y posee además más de un gramo de proteínas por cada cien gramos, algo que permite que el cuerpo aguante altas temperaturas con resistencia. También aporta una gran cantidad de vitaminas en las dietas, sobre todo de vitamina A y C.

Por otra parte tiene un alto contenido en hierro y muy bajo en sodio, además de escasas grasas, convirtiéndola en un alimento perfecto para todas aquellas personas que quieren realizar un régimen de tipo hipocalórico, ya que sólo contiene diecisiete calorías por cada cien gramos.

Igualmente resulta de gran ayuda a la hora de purificar el riego sanguíneo y se puede consumir en las cantidades que se desee, ya que no se conoce ningún tipo de contraindicación ni siquiera en personas que se encuentren enfermas. Por ende es un excelente aperitivo, un estupendo limpiador de los intestinos y diurético.

Aplicaciones externas de la lechuga

Su consumo a diario está más que indicado en todo tipo de personas, pero es que además la lechuga puede aplicarse de una manera externa para tratar diversas afecciones.

De esta manera resulta excelente para conseguir calmar los nervios si se cuece y con el líquido resultante se aplican unos baños tibios.

Unas hojas de lechuga con un poco de aceite de oliva si se aplican sobre la frente, ayudan a luchar contra el insomnio. Una vez la persona a la que se han aplicado se ha dormido, se deben quitar inmediatamente.

En forma de cataplasma caliente, la lechuga es un excelente emoliente para luchar contra las inflamaciones además de ser un calmante muy eficaz.

El jugo de una lechuga también es magnífico para tratar la erisipela si se aplica sobre las zonas que se encuentran afectadas con unas gasas.

Si se hierven unas hojas de lechuga durante diez minutos y se aplica en forma de cataplasma directamente con un poco de aceite de oliva, logra desinflamar la hinchazón y el enrojecimiento que se haya podido producir en la piel por cualquier causa, en muy poco tiempo.

También se pueden cocer los tallos de la lechuga hasta que se encuentren reducidos a la mitad y añadir un poco de malva o de llantén, para aliviar los dolores de muelas o la inflamación de las encías. En este caso habrá que enjuagarse la boca con el líquido resultante durante varias veces en el día.