Lo que estás haciendo mal en el gimnasio

Tener una buena rutina de ejercicio es pieza clave para contar con una buena salud, pero cuando no tenemos ni idea de los que realizamos, quizás estemos causando algún mal a nuestro cuerpo y salud y esa no es la idea. Conoce aquí lo que haces mal cuando vas al gimnasio. Lo que estás haciendo mal en el gimnasio El ejercicio es una de las mejores cosas que puedes hacer por tu salud, siempre y cuando se tenga cuidado. He aquí algunos de los mayores errores que cometemos mientras realizamos nuestra rutina de ejercicios en el gimnasio.

Aprende cómo evitarlos:

Olvidarse del calentamiento y estiramiento: no te saltes la actividad pre y post-entrenamiento. El calentamiento antes del ejercicio reduce el riesgo de lesiones y si se  extiende ayuda a prevenir el dolor. Pero debes tener cuidado porque un mal estiramiento puede llegar a ser peligroso si no haces que llegue correctamente a todas las partes de tu cuerpo. Evita el rebote, porque con él puedes puede causar desgarros en los músculos.

No abuses del entrenamiento: al hacer la misma cosa una y otra vez, los músculos pueden obtener tensiones debido al uso excesivo. Asegúrate de que está recibiendo un entrenamiento bien redondeado. El mejor régimen de ejercicios, incorpora entrenamiento cardiovascular y de fuerza.

Es mejor calidad que cantidad: las lesiones musculares ocurren a menudo cuando se apresura a través de una serie de ejercicios demasiado rápido. Presta atención a la calidad, no cantidad. Al hacer abdominales, por ejemplo, debes tener cuidado de no crear tensión en el cuello (que, después de todo, no es el área que quieres trabajar ni rebajar.

No cambiar a tus entrenamientos: la rutina de ejercicios debe estar cambiando cada tres a seis semanas. Necesitas mantenerte constantemente impactando al cuerpo para estimular la fuerza muscular y desarrollar; de esta forma trabajamos el cuerpo de una manera equilibrada y evitamos lesiones por sobreuso. Si ya has pasado la edad de hielo que ha cambiado tu rutina, contrata a un entrenador personal  que te ayude a mezclar, mantener a salvo y realizar los desafíos correctamente.

No limpiar el equipo: luego que utilizas las máquinas para ejercitarte debes tener en cuenta que hay que limpiarlas y antes de usarlas también, pues el sudor de otras personas se acumula en esos equipos y puede traer consecuencias para tu salud.

No plantearse un objetivo: no puedes llegar al gimnasio a la deriva, sin saber qué hacer, es esencial que tengas claro lo que estás dispuesta a hacer y qué tanto puedes aguantar. Por ello es necesario que establezcas tus prioridades y comiences poco a poco, luego puedes establecer el ritmo de entrenamiento.

Es importante que establezcas tus prioridades muchas veces hacemos ejercicios por hacerlos y no nos damos cuenta del daño que quizás estamos causando a nuestro cuerpo. Si bien es cierto que debemos estar en forma y que el ejercicio es bueno para la salud, lo mejor es hacerlo, al menos los primeros días, bajo la supervisión de expertos, puesto que son las personas capaces de decirnos si lo estamos haciendo bien o no y además, son los responsables de establecernos una rutina, que más adelante podemos hacerlas solas y que constantemente debemos cambiar, pero siempre teniendo la debida orientación.