La porcelana fría, un gran abanico de posibilidades

La porcelana fría es uno de los materiales que nos va a dar mucho de sí a la hora de hacer manualidades o artesanía. Es un material que se maneja muy bien, y que nos permitirá la creación de objetos de todo tipo, bonitos y muy decorativos. Con ella podremos hacer… La porcelana fría, un gran abanico de posibilidades La porcelana fría es uno de los materiales que nos va a dar mucho de sí a la hora de hacer manualidades o artesanía. Es un material que se maneja muy bien, y que nos permitirá la creación de objetos de todo tipo, bonitos y muy decorativos. Con ella podremos hacer desde muñecos a pendientes o collares, pasando por ceniceros, cuencos, pulseras, y todo aquello que podamos imaginar.

Esta masa de porcelana también se denomina porcelanicrón o masa flexible, y tiene un gran abanico de posibilidades para elaborar un buen número de objetos decorativos , que podremos colocar en algún rincón adecuado de la casa. Incluso podremos elaborar piezas de bisutería para nuestro propio uso o para realizar un regalo muy personalizado a nuestros amigos o amigas.

Con este artículo vamos a aprender a hacer la pasta, la cual no tiene ninguna dificultad. Existen varias maneras de hacerla, entre las cuales hay algunas que incluyen ingredientes que son algo difíciles de encontrar, como la glicerina en estado puro. Vamos a hacerla, pues, siguiendo una receta cuyos materiales no ofrecen ninguna dificultad a la hora de buscarlos.

Los ingredientes para fabricar la porcelana fría son:

1 cucharada de pintura blanca para pintar cerámica
1 taza de fécula de maíz (maicena)
2 cucharadas de aceite comestible o cosmético (de bebé)
1/2 cucharita de acido bórico (lo consigues en las farmacias)
2 cucharitas de almidón
1 taza de pegamento blanco (cola vinílica)

La manera de elaborar la pasta es la siguiente:

– En una sartén, mezcla la fécula de maíz, el pegamento, el almidón, el ácido bórico y una cucharada de aceite. Utiliza una pala de madera para remover hasta obtener una pasta homogénea.

– Pon la pasta en el fuego durante 5 minutos a temperatura media y sin parar de remover lentamente. Ten un reloj a mano vigilar que el tiempo sea exacto, evitando así que la pasta se seque demasiado. Procura que no queden huecos de aire en la pasta, así la tendremos más uniforme.

– Una vez transcurridos los 5 minutos, retírala del fuego y déjala reposar 15 minutos. Pon otra cucharada de aceite junto con la pintura blanca. Amasa hasta que no se te pegue en las manos.

– Envuelve toda la pasta con papel film y espera a que la masa transpire durante dos horas, volviendo entonces a amasar. Guárdala dentro de una bolsa plástica y déjala reposar 24 horas.

-Puedes teñirla de cualquier color o pintarla una vez moldeada con pinturas al frío.

En próximos artículos enseñaremos toda la gran gama de cosas que se pueden hacer con esta moldeable pasta.