Mujeres agobiadas. ¡Stop!

Hoy en día las mujeres estamos muy exigidas,más exigidas incluso que los hombres.
Los años en que las mujeres debían quedarse en el hogar y ocuparse de los hijos y la casa ya han quedado atrás.
Actualmente son muchas las obligaciones que nos tocan: triunfar profesionalmente, ser independientes económicamente,estar guapas y delgadas a la vez que sanas, vestir bien,encontrar una pareja estable, tener hijos…
¡Demasiado todo junto!¿Puede alguien soportar tantas responsabilidades?
Sí: miles de mujeres de todo el mundo lo intentan día a día. Mujeres agobiadas. ¡Stop!

Por eso es que nos hemos decidido ayudarte a hacer mas livianas tus obligaciones. Continúa leyendo esta nota si quieres saber como llevar a cabo tus tareas diarias sin morir en el intento. ¿Es positivo trabajar y ser independiente? Sí. ¿Es bueno querer estar guapas y sanas e ir a la moda? Sí ¿Es bueno querer disfrutar de nuestra sexualidad plenamente? Sí. ¿Es bueno querer tener hijos y seguir trabajando? Sí. Todas las respuestas a estas preguntas y a muchas otras son afirmativas, pero sólo hasta cierto punto. Todo lo que nos esclaviza nos supone un gran esfuerzo físico y mental, nos hace sufrir y supone una carga, lo cual no es para nada bueno. ¿Te agobia el trabajo? Ésta es una descripción con la que millones de mujeres de entre los 20 y los 40 pueden identificarse. Pero la supuesta liberación de la mujer se ha convertido en muchos casos en una auténtica esclavitud a la que nosotras mismas nos sometemos.

¿Qué eres tú, una mujer liberada o una mujer agobiada? ¿Qué te agobia? Si supuestamente has triunfado en tu vida y tienes de todo lo que hace feliz a una persona, pero no te sientes bien o no tienes tiempo para disfrutarlo, algo va mal. El mejor consejo para ti es que le des un repaso tu vida y, simplemente, busca aquello que te agobie. Si te cuesta identificarlo, te damos algunas pistas y las soluciones para que le pongas un “stop” a tu estress: El amor… Para muchas mujeres que rondan los treinta, encontrar una pareja estable puede convertirse en el objetivo principal de sus vidas. Puede incluso convertirse en una obsesión. Pues no tenerla supone dilatar aún más el momento de formar una familia, lo que de por sí ya se ha retrasado bastante. Falta de compromiso, muchos divorcios y separaciones, infidelidades… ¿Ya no hay hombres que merezcan la pena? Stop! La culpa no puede ser siempre de ellos… ni de tu aspecto. ¿Qué es lo que estás dispuesta a dar, cuánto te implicas en una relación, eres de verdad la mujer comprensiva y liberal que aparentas, te sientes a gusto contigo misma? Ésta es la condición indispensable para poder mantener una relación sana de pareja: quererte a ti misma. Soluciones:

  • Quiérete a ti misma antes de pretender que otra persona te quiera.
  • No te obsesiones con la idea de tener hijos, hoy en día los adelantos médicos y la calidad de vida permiten ser madre a los treinta y muchos.
  • No le declares la guerra a los hombres, ellos no son todos iguales a los que te han marcado.
  • Ten claro que en el fondo ellos también buscan a alguien que les haga felices, y para eso no hace falta tener unas medidas perfectas.
  • Si estás harta de estar en casa de tus padres y no tienes pareja, vete a vivir con una amiga, te hará ser más independiente y madura.
  • Sal y relaciónate todos los que encuentres a tu camino, en cualquier ocasión puede aparecer tu hombre.

Un consejo: deja de pensar que serás realmente feliz cuando encuentres al “hombre de tu vida”, tengas una casa maravillosa y unos preciosos hijos. En el presente están tus amigos y amigas, tu familia, tu trabajo y mil cosas que pueden hacerte tanto o más feliz.

Un tip: Si no sabes cómo conocer gente nueva, anótate en un gimnasio o en cualquier curso que te llame la atención. Si te sientes traumatizada por alguna mala experiencia sentimental, no dudes en acudir a un psicólogo.

La belleza… Me siento fea: Éste es otro de los problemas qué más agobia a millones de mujeres. La obsesión por estar delgadas no perdona a ninguna. Muchas se pasan la vida a dieta, matándose en el gimnasio, gastando montones de dinero en cremas que nunca funcionan… algunas hasta incluso llegan a desarrollar trastornos alimenticios. Y todo esto sin hablar del exagerado poder que se le atribuye al factor juventud. Soluciones:

  • La más importante: ámate a ti misma tal cual eres.
  • Deja de pensar en escuálidas modelos como ideal de belleza. Marilyn, Jennifer López, Grace Kelly… ¿Te parecen hermosas? Pues todas ellas son mujeres con curvas y cuerpos generosos. Créenos, ellos las prefieren pulposas.
  • Cuídate con inteligencia: hacer ejercicio tres días a la semana y llevar una dieta equilibrada hará más por tu figura y tu salud que cualquier crema o dieta de la luna. Darte masajes, ir a un spa, a la peluquería o a un centro de estética está bien si lo haces para mimarte, pero no para obtener milagros.
  • Si tienes un problema real, estás acomplejada o la dieta y el ejercicio no te sirven, puedes plantearte la cirugía estética. Pero acude a un buen profesional.
  • Gastar mucho dinero en ropa no te hará más feliz. Todo lo contrario, pues puede privarte de hacer otras muchas cosas más importantes: viajar, salir a cenar, comprarte una casa…
  • Cuídate asumiendo que ello requiere esfuerzo, pero debes valorar el tiempo que te dedicas a ello. Y nada de identificar la belleza y el buen aspecto con el éxito

Un consejo: Castigando tu cuerpo con dietas severas, restricciones y malos hábitos, no podrás disfrutar de él, lo que se supone que es en realidad tu objetivo.

 

El trabajo… La vida laboral es un de las principales fuentes de estrés, y más en el caso de las mujeres, ya que realizan una doble jornada de trabajo: una dentro y la otra fuera de casa. Además, aunque ya no tanto como hasta hace unos años, las mujeres siguen estando en desventaja respecto a los hombres en cuestión de ascensos, puestos directivos y salario. Y todo esto sin hablar del interrogatorio respecto a nuestra intención de tener hijos que tenemos que soportar en las entrevistas de trabajo.

Soluciones:

  • Si el problema es tu propio trabajo, plantéate seriamente si quieres seguir en el mismo o preferirías cambiarlo. Si no puedes dejarlo o se trata de un reto que quieres superar, tómatelo con otra filosofía: si fallas no pasa nada, si te vas antes de lo planeado, tampoco pasa nada.
  • Compensa el estrés con actividades que te ayuden a despejarte. Lo mejor es hacer deporte o alguna actividad relajante tipo yoga o tai chi. También puede ser beneficioso cultivar alguna afición: pintar, bailar, cantar, ir al cine…
  • Si no consigues superar tu estrés laboral debes acudir a un especialista en este tipo de patologías. Te ayudará a superar la ansiedad y, lo más importante, a entender que el trabajo no es tan importante como piensas.

Un consejo: Considera que el trabajo es tan sólo un aspecto más de tu vida, pues no es como muchas creemos, el eje en torno al que gira todo. Trata a toda costa de tener tiempo libre y, lo más importante, tiempo para ti.

Lo importante es que empieces a disfrutar tu vida, en todos los aspectos, desde la simpleza del desayuno de la mañana hasta el programa de tele que miras antes de acostarte. La vida es una sola y esta llena de cosas lindas. Convertir las obligaciones en placer está en tus manos.