Parejas larga duración

¿Cuáles son las claves para sostener una pareja durante años? Parejas larga duración Si ya intentaste varias veces formar pareja, pero sigues siendo una chica sola te preguntarás cual es la receta de los que llevan muchos arios juntos y felices.

¿Cuál es la formula de las duplas que la pasan realmente bien, sin asfixiarse ni agobiarse aunque pasen los años? Y no hablamos de las típicas parejas que jamás tienen «ni un si ni un no», y que terminan mimetizándose al punto de que se muestran ante el resto (y se creen ellos mismos), casi como si fueran una sola persona. Estas relaciones se manejan como si cada uno encarnara las mitades de la famosa naranja. Sencillamente, no pueden pensarse sin el otro y tienen una relación dependiente.

Claro que esto no es lo ideal: la clave es mantener el vínculo sin borrar la singularidad de ninguno de los integrantes. Las parejas tienen más posibilidades de éxito si cada uno tiene el aire suficiente como para desplegar todo su potencial individual. Es decir, encontrar el equilibrio para vivir juntos sin abandonar el mundo propio, que incluye amigos, profesión, modos de pensar, hobbies, proyectos y todo lo que nos hace tener una vida interesante.

El principal error es creer que el otro debe completarnos o resolver nuestras carencias. O intentar cambiarle la cabeza o transformar a un hombre al gusto propio.

«Si amas a alguien déjalo libre«, dice un proverbio chino y parece resumir el quid de la cuestión. Quizá sea la llave para evitar la competencia feroz por quien domina en la dupla.

¿Qué ponen en práctica los que logran ser felices por mucho tiempo junto a otra persona? Es fundamental tener la capacidad de adaptarse a los distintos momentos de la vida y ser lo suficientemente flexibles como para no caer en roles fijos.

En definitiva, no se trata de ser compatibles o complementarios, sino de entender que una pareja sana se forma con dos «individuos» que van creciendo en forma autónoma y, a su vez, son compañeros de viaje. Nadie debería pretender que una relación amorosa lo salve ni le resuelva los problemas de su existencia.

O creer que existe el príncipe azul y que solo unas pocas tienen la suerte y el mérito de haberla encontrado. No hay parejas perfectas: todas atraviesan distintos altibajos en el tiempo. La diferencia es como encaran los malos momentos.

¿Moraleja? Para que la historia de amor termine con el «fueron felices y comieron perdices» hay que pararse en los propios pies. Más que llevarse bien con el otro, hay que llevarse bien con una misma. Solo desde ahí se puede construir una buena relación que crezca en el tiempo.