PEELING, Piel de Porcelana

¿A quién no le gustaría tener una piel de porcelana?
Somos muchas las mujeres que deseamos, soñamos, anhelamos despertar con nuestro rostro en perfecto estado, limpio de cualquier impureza. Algunas con más, otras con menos acné, o simplemente piel grasa, para cualquiera es apta esta solución divina: el (Señor) peeling.

El peeling o la exfoliación cutánea consiste en producir la renovación de las capas superficiales de la piel produciendo un recambio celular acelerado. PEELING, Piel de Porcelana

Existen diferentes tipos de exfoliantes: la Natural, radiación solar, Biológica llamada tretinoina, isotretinoina, la Química, la cual podría ser con diferentes tipos de ácidos, salicilico, glicolico tricloroacetico, fenol, fenol taponado o diferentes combinaciones; y por último la Física: nitrógeno liquido, dióxido de carbono, electro-desecación.

Remontemonos en el tiempo… Los primeros en realizar exfoliaciones fueron los  Egipcios, quienes usaban emplastos de  aceite animal, sal y alabastro o los baños de leche utilizando el ácido láctico. Continuamos en la historia, con los Turcos, quienes utilizaban el  fuego para inducir una exfoliación leve y, además en la  India mezclaban  orina con piedra pómez para producir ligeras abrasiones sobre la piel. Hasta que en el bendito 1982, comienza a experimentarse en la dermatología, cuando P. G. Unna (alemán) comienza a utilizar el acido salicilico, resorcinol, fenol, a. Tricloroacetico (TCA). Más adelante, en 1903, George Miller Mackee (New York) utiliza fenol en cicatrices, lo cuál se populariza en la primera  guerra mundial. Continuamos en las décadas del 30 y 40 en Los Ángeles, cuando comienzan a darle nuevos usos a los peelings, precisamente en las arrugas y cicatrices. Luego, acercándonos a la actualidad, a fines de la década del ’70 Van Scott y Yu inician los estudios sobre alfa hidroxiacidos, y en 1980, Stegman, realiza  comparación histología de los distintos exfoliantes para observar los verdaderos efectos comparativos de unos sobre otros.

Analicemos nuestro rostro…  La piel de la cara  difiere de las demás regiones del cuerpo por la cantidad de unidades pilo sebáceas, sobre todo en la nariz y la frente. La dermis de las superficies extensoras es en general mas espesa que en las superficies flexoras. Por ejemplo, en las manos las alteraciones cutáneas por fotoenvejecimiento pueden ser mayores que en la cara y el tejido subcutáneo y la dermis son mas finas pudiendo significar que el uso de un mismo agente químico para estas dos zonas sea destructivo para el dorso de manos, ya que la metabolización de las sustancias está disminuida y las estructuras anexiales para promover la reepitelización son menos numerosas.

¿Cómo se clasifican? Se clasifican de acuerdo a la profundidad en la cual actúan: 1) Peeling Superficial Leve, es una exfoliación del estrato corneo o hasta el granuloso, no sirven para mejorar las alteraciones de la piel 2)Peeling superficial, es una exfoliación hasta el estrato basal o dermis papilar superficial, no sirven para mejorar alteraciones de la piel TCA 10% 35%, resorcinol, solución de Jessner, ácido salicilico, dióxido de carbono, alfa hidroxiacidos, tretinoina 0,1% 3) Peeling Medio, sirve para la dermis papilar hasta dermis reticular superficial, aunque producen descamaciones posteriores y cierto disconfort, son los mejores para solucionar los problemas de la piel, en realidad los unicos que sirven. 4)Peeling Profundo, sirve para la dermis reticular capa intermedia, son excelentes para revertir daños importantes pero se deben hacer bajo control estricto y en un medio protegido, pueden ser muy peligrosos en manos inexpertas.

Los peelings son aptos para “víctimas” de: Queratosis actinicas Arrugas Discromias pigmentarías Cicatrices Acné Rosácea Melasma e hiperpigmentación post inflamatoria Lentigos No es para cualquiera… Se realiza una selección de pacientes, y todos deben ser cuidadosamente examinados para determinar cual es el agente químico que producirá mejores resultados para su patología, se deben tener en cuenta cuales son las actividades sociales del paciente para evitarle cambios posteriores en su estilo de vida. Se lo interrogara acerca de la frecuencia de exposición al sol, que cosméticos usa, cuales fueron los tratamientos dermatológicos que realizo, si se realizo una cirugía estética previa, cual es su tipo de cicatrización, si fuma, que medicamentos usa, si tuvo alguna vez herpes, si esta embarazada y se les debe dar una expectativa realista sobre los resultados a obtener. Después se formulara de acuerdo a cada paciente un protocolo de tratamiento previo al peeling y se le indicara la frecuencia y cantidad de tratamientos a realizar.