Aprende cómo preparar tu piel para el sol

Cuando llega el calor en lo único que se piensa es en estar al sol ya sea para pasear, sentarse o tumbarse en la playa. Pero antes de preparar las maletas para esas deseadas vacaciones, se recomienda preparar la piel para los rayos del sol. Descubre cómo hacerlo. Aprende cómo preparar tu piel para el sol

Primer paso

Lo primero que hay que hacer es exfoliar la piel, es decir, limpiarla correctamente y eliminar las impurezas a las que se ha visto sometida cada día durante los meses de invierno. Para ello se puede utilizar un exfoliante ya comprado o preparar uno propio con un poco de azúcar, de avena y de miel. En cualquier caso debe aplicarse por todo el cuerpo de una manera homogénea, aunque especialmente sobre los hombros y el rostro. De esta manera las células muertas desaparecerán y se dejará espacio a una piel completamente nueva.

Segundo paso

El segundo paso consistirá en una profunda hidratación que aporte luminosidad y suavidad a la piel. Eso sí, hay que tener especial cuidado en elegir las cremas, ya que no son iguales las que se deben utilizar para el rostro que para el resto del cuerpo.

Tercer paso

Consiste en seguir una alimentación correcta. De nada va a servir exfoliar e hidratar la piel si no se cuida el interior. En este caso los alimentos que son ricos en carbono con ideales, como por ejemplo los albaricoques, los melones, las zanahorias y los tomates ya que estimulan la síntesis de la melanina y ayudan a conseguir un bronceado más uniforme. Se aconseja consumir todas las mañanas en ayunas un vaso con el zumo de un limón y agua.

Cuarto paso

Es importante adquirir un poco de color antes de lanzarse de cabeza a la piscina o al mar. Para ello habrá que añadir un poco de sol a la rutina diaria. Ya sea con rayos UVA o simplemente un pequeño descanso en el parque para aprovechar a coger algo de color cada día, bastará. En  ningún caso se aconseja el uso de maquillajes  o cremas autobronceadoras para conseguir este toque de color deseado ya que lo único que consiguen es algo temporal y a su vez quitan brillo a la piel y tapan los poros.

Ten en cuenta que en los días nublados los rayos de sol también se encuentran presentes, por eso suelen ser los más peligrosos, ya que al no darse cuenta de ello puede que te quedes durante más tiempo al aire libre y te quemes.  En ningún caso se debe dejar de lado el protector solar e ir incorporando poco a poco un factor cada vez más bajo. Se debe comenzar por uno alto e ir cambiándolo por ejemplo cada quince días.

Hay que recordar que las quemaduras en la piel, además de resultar bastante molestas, pueden ser bastante peligrosas por lo que hay que tener mucho cuidado e ir incorporando de una manera paulatina ciertos hábitos de bronceado para lucir guapa estas vacaciones.