Una relación debe convertirse en algo que motive y emocione a ambas personas, pero para algunas chicas puede convertirse en un dolor de cabeza y en una manera peligrosa de enfrentar sus miedos emocionales y psicológicos. 
A pesar de que la mayoría de mujeres sueñan con la relación perfecta y quieren tener un príncipe azul a su lado, tienen muchos prejuicios y miedos a la hora de entregarse en una relación, y aunque puede funcionar como un mecanismo de defensa para que no sucedan experiencias de personas conocidas, también puede ser el resultado de cosas que les han pasado a sí misma y las han marcado mucho. La prevención es común para algunas chicas ante la posibilidad de que un hombre las enamore y las empiece a amar y puede ser tan dura la relación que se siente hasta rabia y ataques de ira, que son muchas veces de manera inconsciente.
1. Lo primero es que estas mujeres pueden sentir ansiedad, que guiado por el miedo, termina en un rechazo y en la negativa a dejarse llenar de afecto y atenciones.
2. El pasado es inevitablemente una marca en las emociones de una mujer y si las parejas y experiencias pasadas fueron traumáticas y dolorosas, probablemente piensa o sienta que le sucederá lo mismo o quizá algo peor, donde solo habrían mentiras, ofensas, infidelidades, soledad y hasta agresión. Por ello, prefieren dejar de intentarlo.
3. A muchas chicas las ataca el síndrome de identidad o el de la bipolaridad es muy difícil llegar a asumir una relación cuando se tienen comportamientos tan diversos en tiempos tan cortos. Algo que suelen pensar las chicas es que si tienen pareja, pueden llegar a convertirse en otro tipo de persona y perder lo que las caracteriza, porque en medio de su entrega o dedicación a la otra persona, desaparecerán ciertos rasgos personales y actitudes o hábitos que tenían comúnmente en sus vidas.
4. Algo que deriva ese tipo de cambios, es que las mujeres son fácilmente influenciables y terminan volviéndose dependientes de la persona que aman, de su compañía, de su vida, de sus planes, de sus amigos, de su familia y de todo lo que tenga que ver con él y cuando no está, simplemente el mundo se acaba y todo pierde sentido. Aunque algunas de esas dependencias pueden ser justificadas, pues en la infancia puede que no tuvieran afecto o unión con sus padres o hermanos, y al sentir que alguien les da mucho amor y atención, terminan por considerarlo su único refugio.
5. Por último y en los casos de personalidades con pensamientos divergentes al resto de las personas, creen que tener éxito en el amor es algo que simplemente no puede pasar y recibir piropos, regalos, halagos, detalles, caricias y amor en general, no lo van a aceptar y en vez de retribuir adecuadamente estos comportamientos dulces, reaccionan de una manera agresiva y grosera.
