Punto G: Placer, placer y más placer!

Varios son los recursos que la naturaleza nos dio a las mujeres para diferenciarnos de los hombres.
En este caso en particular, vamos a hablar de una cuestión total y satisfactoriamente beneficiosa para nosotras: A diferencia de los hombres, las mujeres podemos tener orgasmos de varias maneras: vía clitoral, vaginal o a través de la estimulación del ya conocido Punto G: Placer, placer y más placer!

Este enigmático y pequeño espacio de la anatomía femenina, es considerado como el foco de la máxima excitación en la mujer. Es una masa compuesta por nervios, situada a dos o tres pulgadas de la entrada de la vagina, y de forma parecida a un fríjol. Su tamaño es, aproximadamente, el de una moneda mediana, aunque su localización y dimensión pueden variar entre una mujer y otra. Pero no todo es tan simple como parece, pues descubrir el “Punto G” no es una tarea fácil, por lo que algunas mujeres llegan a creer que no lo poseen. Aquellas que sí lo han encontrado, dicen disfrutar mucho la posición de “perrito” durante el acto sexual, ya que le permite al pene del hombre un mejor acceso a la pared del frente de la vagina, donde se encuentre dicho punto. Una presión firme, un ritmo rápido y mucha fricción, facilitan el logro del orgasmo del Punto G. Es curioso cómo muchas mujeres, sienten una sensación parecida al deseo de orinar cuando se comienza a estimular el punto, por lo que siempre es recomendable ir al baño antes de comenzar a hacer el amor. Es posible además, que se eyacule una pequeña cantidad de un líquido blanco o transparente una vez que se llega al clímax, lo cual no es nada extraño y es totalmente natural. A algunas parejas les cuesta un poco de trabajo encontrar el “sagrado Punto G” pero sin embargo, vale la pena buscarlo, pues podrán adicionar placer, experiencia y nuevas sensaciones a la relación sexual. Así que, basta de dudas y pudores, no te pierdas la oportunidad de encontrarlo, pues no te arrepentirás.

Hora de aumentar el placer: El goce que produce la contemplación del cuerpo de la pareja puede multiplicarse infinitamente si se agregan caricias, besos y abrazos en el momento de la relación sexual. ¡La represión ya no está de moda! Es hora de dialogar con tu pareja sobre dónde y cómo te gustaría que te toque, para que ambos puedan disfrutar a plenitud y sin obstáculos del sexo. Uno de los métodos para llegar al orgasmo es la estimulación erógena, y los expertos en sexología han comprobado que las áreas que provocan más excitación en la mujer son la boca, a través de los besos, ya sean suaves o apasionados; desde el nacimiento del cabello hasta la frente; las sienes, las cejas, los párpados y las mejillas. Una bomba atómica son el lóbulo de la oreja, el cuello, los senos y el área alrededor del ombligo. Y para culminar, el punto máximo femenino es el clítoris, donde la sensibilidad y el placer se unen. El sexo oral en las mujeres tiene resultados indescriptibles. Para el hombre, las caricias en los genitales son estímulos que provocan una excitación inmediata. No hay que olvidar a su “par de amigos”, pues, con suavidad, las caricias en los testículos pueden hacerlo estallar. Los hombros, las palmas de la mano, la espalda, el pecho y los pezones son sus otros puntos débiles en la intimidad. Con estos datos en cuenta, no pierdas más tiempo, y comienza a partir de hoy una nueva etapa en tu relación, pídele a tu pareja que te ayude a localizar los rincones de sus cuerpos donde se esconde el placer. Comiencen la exploración erógena con besos en las manos y los dedos en un ambiente relajado, y extiéndanlos por todo el cuerpo. Mientras más se prolongue y se esmeren en el juego previo, mejor será el resultado final. Apresurarse y perder el tiempo quitándose la ropa inmediatamente, restará placer y un alto grado de satisfacción post-sexo.