¿Qué material poner en los suelos de nuestra casa?

A la hora de decorar nuestro hogar, un elemento que tiene mucha importancia es el material con el que cubrimos nuestros suelos. ¿Qué material poner en los suelos de nuestra casa? Indudablemente, la elección de los revestimientos en el suelo es una de las decisiones que debemos evaluar muy bien, porque de dicha decisión dependerá en gran parte la sensación de comodidad que dé nuestra casa y cada una de sus estancias.

Entre los diferentes materiales para el suelo que podemos utilizar se encuentra la cerámica. Los suelos hechos con dicho material son muy prácticos, ya que no requieren de un gran mantenimiento, sólo limpiarlos con productos de limpieza normales. Además, no es una instalación difícil y siempre resulta atractiva.

Este tipo de suelo combina con casi todos los estilos de muebles que podamos tener en nuestro hogar, desde un estilo moderno hasta incluso convencional o muy clásico.

Otro tipo de suelo son los de gres, los cuales necesitan un poco más de cuidado, ya que no soportan tanto los productos de limpieza abrasivos, por lo que deberemos comprar productos de limpieza especiales para mantener su brillo natural. Son también más delicados con los posibles golpes.

La contrapartida es que, si los cuidamos bien, dispondremos de unos suelos muy bonitos, los cuales podemos combinar con estilos de una gran diversidad, incluso con decoración rústica.

Otro tipo de revestimiento son los suelos de madera o parquet, que para muchas personas son los más bonitos. Lo que sí es cierto es que son, con mucha diferencia, los más delicados de todos, ya que necesitan ser barnizados una vez al año. Este proceso requiere a un profesional y que, mientras se esté barnizando, que los habitantes de la casa no se encuentren en la misma.

Estos suelos son muy especiales, y a la hora de decorar sí tendremos que buscar mobiliario que combine con ellos. Una buena combinación hará que la estancia sea de una gran calidez. Deberemos además procurar no recargar demasiado el ambiente poniendo un exceso de muebles u objetos, para que esta sensación calida se dé.