Razones para pasarnos a los desnatados

El consumo de productos desnatados ofrece una buena cantidad de razones beneficiosas para nuestra salud que nos deben hacer plantearnos seriamente la posibilidad de incluirlos de una manera constante en nuestra dieta. Razones para pasarnos a los desnatados

Menos calorías

Los alimentos desnatados cuentan con la ventaja de aportar a nuestro organismo menos calorías por lo que están completamente aconsejados en todas las dietas para adelgazar en las cuales debe controlarse el valor energético. Como ejemplo podemos decir que un vaso de leche entera nos aporta unas 128 valorías mientras que una vaso de leche semidesnatada aporta 88 calorías y la leche desnatada 64 calorías tan sólo.

Buenos para nuestro hígado

Los productos semidesnatados están indicados para todas las personas que padecen de cualquier enfermedad hepática por su escaso contenido en grasas y es que en este órgano se segrega la bilis, encargada de actuar en las grasas que proceden de los alimentos para poder hacer correctamente la digestión. Si el hígado no funciona con normalidad, es necesario controlar el aporte de grasas ya que la fabricación de la bilis no será la adecuada y por consiguiente tampoco la digestión.

Sin colesterol

Están libres de grasas saturadas así como de colesterol lo que contribuye a evitar enfermedades de tipo cardiovascular como por ejemplo las embolias, la arteriosclerosis o la hipercolesterolemia entre otras.

Ayudan a mejorar la diabetes

Su consumo está recomendado en las personas enfermas de diabetes ya que éstos cuentan con un riesgo mayor de padecer enfermedades coronarias que el resto de las personas, por lo que será necesario cuidar su peso y su alimentación especialmente en lo referente a la grasa y a las calorías.

Ayudan en la menopausia

Durante esta etapa existe una falta de estrógenos que es la causa de diferentes cambios de tipo fisiológicos importantes como por ejemplo el aumento del colesterol malo o LDL en la sangre y la disminución del colesterol bueno o HDL así como un incremento en la tensión arterial. Para poder disminuir todos estos factores y evitar por tanto el riesgo de sufrir un infarto, se aconseja controlar el aporte de colesterol y de grasas saturadas en la dieta con el consumo de productos lácteos.

Son igual de nutritivos

Estos productos contienen la misma cantidad de calcio, de vitaminas pertenecientes al grupo B y de proteínas que cualquier otro producto entero. Por otra parte se restituyen las vitaminas A y D liposolubles que se encuentran presentes en la leche entera perdidas durante el proceso del desnatado.

Son más digestivos

En caso de padecer cualquier enfermedad de tipo gastrointestinal o para niños con sobrepeso y personas de la tercera edad, su consumo ayuda a que la digestión no sea tan prolongada.

Una alternativa: productos desnatados

En personas sanas su consumo no es necesario a no ser que la ingesta diaria sea muy abundante pero sí que resulta una alternativa excelente la ingesta de productos lácteos desnatados cuando aparecen signos de colesterol o de sobrepeso.