Un spa ahora también puede ser un refugio excelente para las mujeres en estado de embarazo, pues se ha creado un nuevo método de relajación y descanso para quienes darán a luz y sienten mucha presión. 
Toda mujer siempre quiere tener un espacio de relajación y cuidado en la que se dediquen a ella, la consientan, le hagan masajes y le quiten un poco todo el estrés que acumula durante toda la semana en la que se ve enfrentada al trabajo, las presiones familiares y los compromisos ya sean sociales o de otro tipo, sin sumar las enfermedades que se pueden adquirir por la contaminación, por la reducción de defensas o por una mala nutrición.
Todo lo anterior es más fácil de sobrellevar por una mujer en un estado normal pero para una chica embarazada puede ser más necesario la aplicación de métodos de relajación y tranquilidad, pues no solo se ve involucrada su salud sino la de su bebé, su correcto proceso de crecimiento y que no le sean trasmitidas enfermedades que pueden aumentar su desarrollo por determinados factores, como en el caso de la diabetes. Es entonces cuando se hace urgente la visita a un spa. Y afortunadamente se han creado lugares de este tipo que se enfocan en las futuras mamás.
En realidad son los mismos spas que se conocen en cualquier lugar, simplemente crean una nueva línea de servicio en la que quieren facilitar la vida a las mujeres embarazadas, pues en ese estado pueden llegar a llenarse de mayor preocupación o ansiedad principalmente porque sui hijo nazca bien. Lo bueno es que hacen una fusión entre lo típico de los masajes, aplicación de lociones o cremas con métodos bio energéticos y medicina alternativa para que los resultados sean óptimos.
Pero como los masajes no tienen la misma aplicación, los esteticistas deben diseñar nuevas formas para que no afecten ni a la mamá ni al bebé, teniendo en cuenta que no pueden adoptarse todas las posiciones que se usan comúnmente, principalmente boca abajo, tampoco puede hacerse presión en ciertas zonas como el abdomen y preferiblemente hay que enfocarse en lugares como las piernas y el busto que son las zonas que empiezan a recibir bastante presión por el peso.
Para las que están acostumbradas a los masajes reductores o con mucha fuerza en el abdomen, debe erradicarlos por completo sobre todo durante el primer trimestre del embarazo, pues a la menor presión pueden llegar a presentarse abortos espontáneos por la alteración en el endometrio.
Los beneficios que se obtendrán pueden ser de diversos tipos, por ejemplo, reducen los dolores de cabeza, la acumulación de estrés o nudos musculares en los hombros, espalda o cuello; los pies reducirán la hinchazón y la cintura para reducir presiones. Para masajear el abdomen, hay que acostar a la madre de lado y hacer caricias y suaves masajes y que el sienta que lo están consintiendo. Finalmente el bienestar se extenderá a un mejor descanso y mejores horas de sueño y una estabilidad en la producción hormonal y que los cambios no sean tan drásticos.
