Una adicción sin control

La cleptomanía es una afectación del comportamiento que no debe ser tomada como un juego y necesita atención psicológica porque puede ser un problema derivado desde la infancia. Una adicción sin control Hay mujeres que tienen diversas adicciones como a los dulces, el café o el ejercicio pero hay algunas que se han dejado llevar por la cleptomanía o ganas constantes de robar y muchas veces no es por necesidad ya que no importa ni el precio ni será usado, simplemente es una respuesta comportamental a tomar algo sin autorización y menos sin ser cancelado. Después de que una persona siente las ganas de robar y lo logra, siente una satisfacción muy grande y eso es lo que lo hace realizarlo una y otra vez sin que se percate de lo que hace, si está bien o mal sino que simplemente obtenga su beneficio personal y no importa si son costosos o de bajo precio o no importa si es de una persona que cae mal o le hizo algo, solo se hace porque sí.Algunas veces se dan cuenta que estos actos son de bajo comportamiento pero realmente no es mucha la importancia que prestan y a veces aprovechan sus aptitudes femeninas para poder evadir a las personas o hasta a las autoridades. 

También, al momento de pensar detenidamente en lo que hicieron, las chicas suelen caer en una etapa depresiva y de gran culpabilidad.Las causas no tienen que ver con que una persona sea mala o quiera volverse delincuente, sino que va más ligado a problemas emocionales, a depresiones graves, soledad y en algunos casos esta unido a episodios de bulimia o anorexia. Lo difícil es que cuando las personas tratan de orientarlo, justifican su comportamiento argumentando que no pueden controlar su impulso y es una necesidad como comer o ir al baño. Para poder esconder de la gente sus actos, esconden o botan el objeto que se han robado o en ocasiones prefieren devolverlo, pero es probable que robe de nuevo el mismo objeto o en el mismo lugar. Algo que puede molestar a aquellas que sufren de cleptomanía son las constantes burlas que reciben de los demás y así sea un chiste entre amigos, el problema puede ser muy grave. 

Los tratamientos más comunes se dirigen hacia la orientación sicológica y la indagación de las principales causas que son frecuentemente dadas en la infancia y en algunas pérdidas que se tuvo cuando eran pequeñas. Esto se complementa con terapias casi todas las semanas y consumo de algunos medicamentos que minimizan la ansiedad, pero es mucho más complejo cuando esta costumbre se tiene desde corta edad, cuando por ejemplo, en el colegio, la niña tomaba las cosas de sus compañeros y se las llevaba. Un factor que puede ser muy dañino para estas mujeres es que este problema puede llevarlas a que la sociedad ya sea la familia, amigos o personas de un trabajo o estudio las rechacen por miedo a perder sus cosas.