Aloe Vera: una planta maravillosa

El aloe vera parece una planta de Aloe Vera: una planta maravillosa También en la Biblia se la cita frecuentemente, y en el primer siglo de nuestra era sus virtudes medicinales y cosméticas fueron descriptas por el medico griego Diosocorides en su herbolario. En España, a lo largo de la ribera del Mediterráneo, el aloe era un elemento esencial de la medicina popular. Asimismo, en México era conocida desde tiempos prehispánicos por sus bondades y cualidades.

El gel del Aloe Vera se puede utilizar como champú y acondicionador, con muy buenos resultados tanto para el cabello como para el cuero cabelludo. También como tratamiento: aplicar, dejar secar (se puede dejar incluso durante toda la noche) y luego enjuagar con abundante agua. El cabello quedara fuerte y brillante. Además, el aloe lo protege de las agresiones externas. Y también sirve para tratar las enfermedades del cuero cabelludo, la grasa y la caspa.

Para aprovechar todas estas propiedades es necesario extraer el gel contenido en las hojas, que se obtiene abriendo longitudinalmente la hoja con un cuchillito de cocina afilado y raspando la parte carnosa con una espátula. El líquido se acumula en un recipiente de vidrio y se puede almacenar en la heladera hasta por una semana. Pasado ese tiempo pierde sus propiedades curativas.

Una observación: cuando se abre la hoja surgen dos tipos de liquido bien diferentes, el primero, mas próximo a la cascara exterior de la hoja, es de color amarillo y se trata de una sustancia llamada aloína. El que nos interesa es el líquido que se encuentra en el centro de la hoja, que es de color transparente y de consistencia más viscosa.

El aloe vera no es una planta “sólo para mujeres”: es también un excelente “after shave” ya que, utilizado después de afeitarse regenera muchas de las células rotas por el paso de la afeitadora. Se puede utilizar el gel o pasar directamente una hoja abierta por el rostro, dejar actuar unos segundos y enjuagar.