Que los padres conozcan al novio produce muchos nervios y que la mamá lo acepté, es preocupante, pues no todas las madres sienten una simpatía inmediata con el novio de su hija y es necesario seguir algunos consejos para que la tensión se reduzca y en pocos meses, el chico pueda ser aceptado. Por lo general las suegras no tienen una imagen muy positiva en la sociedad, pues se perciben como amargadas, chismosas y que quieren acabar a como dé lugar la relación que su hija acaba de empezar. Para las madres es complicado que su hija tenga una nueva pareja y más sin saber quién es, que hace o que intenciones quiere con su más grande regalo. Lo que más dicen las mamas a sus hijas cuando no quieren a los nuevos novios, es que seguramente le romperán el corazón y que el trato que recibirá no será el mejor, pues tal vez solo quiera aprovecharse, llevarla a la cama o sacar regalos, detalles y otros beneficios. Pero si trabajan como pareja y tienen mucha paciencia, es posible que el novio de a pocos empiece a ser aceptado y de a pocos hasta queridos, mientras que la novia dejará de tener tanto miedo y no estará entre la espada y la pared. Hay que seguir algunos consejitos para que la suegra no ponga problema y el chico entre con toda la aceptación a casa.
– Antes que nada hay que respetar las reglas que se tienen en casa y sobre todo las que pone la mamá. Hay que llegar a la hora acordada, no usar mucho el teléfono y no después de que sea muy tarde. Hay que limpiar el cuarto o ayudar a lavar la loza si de eso depende un permiso. El objetivo es que ella perciba que por más novio que tenga, su hija sigue siendo responsable y sabe cumplir normas.
– Algo que hay que hacer si quieren tener una relación seria, es llevar el novio a casa. Puede verse como algo muy formal o como cuando se pide la mano de una chica, pero es lo más seguro y recomendable, además que los padres, así lo reciban con cierto recelo, apreciaran que tengan la educación y el valor para presentar su relación. Puede planearse una cena o unas onces y que así sean más amenas las conversaciones y el chico no se ponga nervioso.
– A pesar de que no se tenga mucha edad, es bueno demostrar cierto nivel de madurez. Hay que saber separar la relación del campo académico, incluso del familiar y dedicarle el tiempo necesario a todas las cosas que componen la vida. Si en algún momento la mamá de novia empieza a ver que su príncipe azul le empieza a quitar el tiempo y el espacio, es probable que empiece a cogerle rabia.
– Cuando la relación ya haya superado algunos meses, es bueno empezar a unir a las familias de ambos, para que empiece a haber comunicación, para que conozcan los lados buenos, amables y la posibilidad de hacer una gran familia. De esta manera, la suegra temida, empezará a verse más sensible, aceptará la situación y hasta ella se sentirá tranquila de que su hija este con un buen muchacho.