Vacaciones en el Valle de Arán: el Parador Nacional de Turismo de Vielha

Para quienes estén planeando sus vacaciones y aún no hayan decidido aún cuál será su destino, una buena opción por la que se pueden decantar es por pasar unos días en la atractiva población de Vielha, en pleno Pirineo catalán. Vacaciones en el Valle de Arán: el Parador Nacional de Turismo de Vielha La población se sitúa en un entorno realmente hermoso, en pleno Valle de Arán y rodeado por las majestuosas cumbres pirenaicas, un lugar ideal para visitar en cualquier estación del año, ya que si en invierno la nieve es un gran reclamo y atrae hasta Vielha una gran cantidad de visitantes, en primavera y verano se pueden descubrir los bellos rincones de este valle, sus manantiales y sus lagos, sus pequeños pueblos y su patrimonio románico esparcido por toda la comarca.

Uno de los lugares recomendables para alojarse en Vielha, entre otros, es su Parador Nacional de Turismo, que se encuentra a 2 kilómetros de la localidad, situado encima de un cerro, gracias a lo cual nos ofrece unas vistas impresionantes del valle.

En cuanto al alojamiento, es un gran edificio típico de estas tierras pirenaicas, la tradicional construcción en piedra, madera y tejados de pizarra, materiales que dan al establecimiento un ambiente acogedor y confortable.

Ofrecen unas habitaciones todas ellas exteriores, y, por supuesto, con baño completo. Se encuentran muy bien equipadas, con televisión vía satélite, canal Plus, teléfono, caja fuerte y minibar. Están bien decoradas y son cómodas y agradables.

En el hotel encontraremos zonas comunes como varias salas, entre ellas una especialmente habilitada para juegos, con una buena colección de juegos de mesa a nuestra disposición. También hay salas para reuniones y talleres. Además, el hotel dispone de una zona de spa.

El establecimiento está rodeado por extensas zonas ajardinadas, en las cuales encontraremos una zona de juegos infantil y una estupenda piscina rodeada de extensiones de césped.

Uno de los mejores espacios del parador sea quizás su restaurante, ya que es una estancia circular con grandes ventanales en toda ella, por lo cual, desde él, la vista es espectacular ya que vemos a la vez todos los puntos cardinales.

El restaurante sirve comida tradicional aranesa y catalana, platos bien elaborados en los que se detecta la influencia de la vecina cocina francesa. Entre sus platos, su principal especialidad es la olla aranesa, aunque también lo son el guiso de corzo o jabalí, así como la ternera con setas. De sus postres sobresale la crema catalana.