Desyuno especial: Churros caseros

Sorprende a toda tu familia con la receta de unos deliciosos churros que os encantarán a todos empezando por los más peques.
Aquí te doy las claves para una elaboración sencilla que, apenas te llevará tiempo y con ingredientes que ya están en tu despensa. Desyuno especial: Churros caseros Para uno de esos desayunos en familia o entre amigas, que se merecen ser recordados, o para una de esas meriendas que quedarán para la posteridad.

¿Qué mejor que decidirte tu misma a ser la chef y dejarlos a todos boquiabiertos con uno de sus dulces favoritos?

Probablemente, nunca te has animado a preparar tú misma los churros, a pesar de que te chiflen, porque piensas que la elaboración de su masa es muy compleja, dará lugar a errores, o te robará demasiado tiempo en la cocina para luego ofrecerte un nefasto resultado.

Nada de esto te ocurrirá con la siguiente receta, lectora, ya que como verás hacer unos ricos churros caseros (que no saben como los congelados, ni por asombro) puede ser más fácil de lo que te crees, y además con unos ingredientes, que te narro a continuación que, casi con seguridad, ya tendrás en algún lugar de tu despensa de casa.

Toma nota de ellos, que comenzaremos con nuestros deliciosos churros:

  • -40 g de margarina,
  • -250 g de harina ,
  • -1 huevo,
  • -1/2 cucharadita de sal ,
  • -Una taza de agua,
  • -Aceite para freírlos    

Y ahora con estos sencillos pasos te explico las claves para que tus churros sean sin duda los protagonistas de este día tan especial, y os encanten a todos. Toma nota, son unas instrucciones realmente sencillas:

  1. Pon en un cazo el agua con la margarina y cuando esta empieza a hervir, añade la harina.
  2. Revuélvelo formando una masa homogénea con ayuda de una cuchara de madera.
  3. Retíralo del fuego y añádele la sal y el huevo, batiendo todos la mezcla.¡Ya tienes la masa lista! Ahora ponla dentro de una manga con boquilla rizada y dejar caer los churros en la fritura caliente, cortándolos al largo que más te guste y dándoles la forma que más te convenza.
  4. Una vez dorados, ya estarán listos para servirse en una fuente. No te olvides de añadirles el azúcar por encima si quieres.

¿A qué no ha sido tan complicado? ¡Tienes que animarte con esta receta infalible!