El flujo vaginal en condiciones normales es con un olor muy suave o sin el y con un tono claro o transparente pero hay que tomar medidas urgentes cuando sus propiedades comunes empiezan a cambiar. Es flujo vaginal es un fluido que en condiciones normales no tiene porque presentar inconvenientes, pero en la mayoría de los casos presenta ciertas características que hacen preguntarse si es bueno o malo que haga presencia. Puede variar en diversos aspectos como la consistencia y presentarse liquido o pastoso; en el color y aunque frecuentemente en transparente o amarillo claro, puede variar en una tonalidad turbia, verde, amarillo o rojo, es decir, acompañado con sangre y por ultimo el olor, que debe ser inodoro o muy suave pero que a veces es muy fuerte y penetrante.
En las niñas en etapa de crecimiento o entrada a la adolescencia y mujeres maduras la cantidad de flujo disminuye o es nulo mientras que en las chicas que se encuentran en una edad justa para procrear si se presenta en grandes cantidades y se genera por la producción de un moco transparente en las glándulas que hay en el útero y al ponerse en contacto directo con el aire, cambia de color pero no quiere decir que sea algo malo, siempre y cuando este en un tono blanquecino o amarillo claro. Como las hormonas en el cuerpo de una mujer a otra varían, se puede intensificar la producción de este moco cervical y puede ser mucho mayor antes o después del periodo. Cuando de repente el color o el olor del flujo empieza a cambiar, puede ser un signo de infección vaginal y es bueno tomarse una citología o visitar al ginecólogo.
A veces, pueden presentarse molestias como sangrados o piquiña en la zona intima.Para que esto suceda pueden presentarse varias razones como la promiscuidad en las relaciones sexuales, el utilizar frecuentemente baños públicos sin cuidado alguno, el cáncer vaginal, las enfermedades de transmisión sexual o la vaginitis que está relacionada con la menopausia y por ende con la baja producción de estrógenos. Con respecto a la cantidad, esta puede verse aumentada debido al estrés emocional que interviene directamente con las hormonas, la ovulación que puede ser más o menos fuerte, por estados de embarazo y la más común es por la excitación sexual, aunque esta última solo la altera en cortos periodos.
Algunos consejos para minimizar el riesgo de infecciones o alteraciones del flujo pueden incluirse el tener el área vaginal siempre limpia y seca, las cremas vaginales pueden funcionar pero siempre con seguimiento de un especialista, el uso de condones es vital y no solo para el control de infecciones vaginales sino para evitar adquirir una enfermedad de trasmisión sexual. La ropa interior debe ser cuidadosamente lavada para eliminar todas las infecciones y hay que evitar el uso de pantalones excesivamente apretados porque también pueden generar daños. Las duchas vaginales se han vuelto poco recomendadas porque alteran el Ph normal de la zona vaginal y la humedad que conserva por sí misma. Las visitas de urgencia al doctor deben tenerse en cuenta cuando estos casos se presentan en niñas, cuando hay una relación de sus cambios y el consumo de algún medicamento y cuando hay mas lesiones que acompañan al flujo como ampollas o heridas.