La gimnasia del bienestar

En el deporte no todo va a ser lágrimas y sudor ya que existen una serie de ejercicios que están diseñados para conseguir el máximo beneficio a nuestro cuerpo a la vez que potencian nuestro beneficio mental y físico. Descúbrelos. La gimnasia del bienestar

Fortalecer la espalda

Comenzaremos colocándonos “a gatas” con las manos y las rodillas apoyadas en el suelo y formando un cuadrado entre los muslos, los brazos, el suelo y nuestro tronco, Mantendremos las manos bien separadas a la misma anchura de nuestros hombros con los dedos hacia delante y con las rodillas abiertas a la misma anchura de nuestras caderas.

Una vez hayamos conseguido esta postura, debemos espirar mientras vamos acercando el mentón al nuestro pecho e intentamos “pegar” el abdomen a nuestra columna vertebral mientras a la vez vamos tirando de la espalda como si quisiéramos elevarla hasta el techo, sin balancearnos ni hacia adelante ni hacia atrás. En ese momento inspiramos mientras vamos acercando el pecho hacia el suelo y elevamos la cabeza con mucha suavidad.

Se deben realizar diez repeticiones de este ejercicio y cuando terminemos, nos relajaremos apoyando nuestros glúteos sobre los talones al menos durante un minuto más.

Mejorar la respiración vital y el sistema nervioso

Para empezar este ejercicio es necesario tumbarse boca arriba y levantar ligeramente los pies y la cabeza mientras vamos concentrando todo nuestro equilibrio en el ombligo. Levantamos los brazos con nuestras manos colocadas hacia abajo con los dedos mirando hacia los pies.

Flexionamos las rodillas y las llevamos hacia el pecho mientras las rodeamos con los brazos. Colocamos en ese momento la nariz entre nuestras rodillas y mantenemos esta posición durante unos 30 segundos y respiramos utilizando el abdomen.

Hacemos una única repetición. Descansamos con las piernas flexionadas y nos tumbamos sobre nuestro costado derecho durante uno o dos minutos más.

Las reglas de oro

En un primer momento los ejercicios pueden llegar a resultar muy sencillos pero cada movimiento conlleva una perfección y una correcta ejecución que tan sólo se consigue con una total concentración.

Debes controlar tu cuerpo y en ningún caso él a ti. Es necesario deshacerse de los malos hábitos y mantener una correcta alineación del cuerpo. Para ello comienza con algo tan sencillo como no encorvarse al caminar o derrumbarse ante una silla.

Todos estos ejercicios se encuentran perfectamente indicados para que se realicen de una manera muy suave, flexible y continua por lo que hay que evitar los movimientos bruscos.

Es muy importante la respiración ya que es una clave fundamental en los ejercicios. Para ello se debe llenar de una manera muy lenta la cavidad abdominal de aire y vaciarla igual de despacio.

Una correcta precisión resulta especialmente importante ya que nos asegura que cada uno de los movimientos que realizamos actúen correctamente sobre nuestro cuerpo.

También es necesario tener conciencia de que el centro de nuestro cuerpo se encuentra en el abdomen y que éste es el núcleo desde donde controlamos todo nuestro organismo. Los músculos que se encuentran localizados entre la espalda y el abdomen son los que consiguen mantenernos erguidas. Si mantenemos este centro fuerte podremos hacer todo lo que queramos sin sentir nada de dolor.