Las visitas al ginecólogo pueden ser algo incómodas, pero son necesarias para mantener una correcta vida reproductiva y asegurar que el cuerpo y la zona genital funciona correctamente. Así que hay que dejar de lado la vergüenza y entender que se está tratando con un profesional de la salud. A pesar de que una mujer haya ido muchas veces a este tipo de consultas, siempre guardan algún tipo de miedo por lo que ella implica, pero la verdad es que para asegurar su seguridad y salud, deben dejar la pena de lado y preguntar o comentar todo lo que sucede, pues ante cualquier síntoma que se esconda, puede también esconderse una enfermedad grave como una infección de trasmisión o sexual o un cáncer. La cuestión es que la pregunta o duda que sea, debe hacerse sin rodeos, sin poner tantas trabas o generando confusión en el médico. Incluso, puede que en medio de la consulta, el especialista encuentre ese pequeño detalle, que la chica había intentado ocultar.
– Lo primero siempre está relacionado con el sexo. Dentro de esto se incluye la frecuencia, si duele o no o la cantidad de compañeros sexuales. La duda más frecuente y que da mucha pena al momento de hacerla es saber si se siente suficiente sexo o no. Aunque el ginecólogo de una respuesta, no es posible saber si se tiene mucho o poco, pues depende de cada pareja, pero lo normal es que se tenga una o dos veces a la semana porque no hay suficiente tiempo o animo después de las jornadas laborales, así que no es problema si esta es la frecuencia con la que se mantienen relaciones sexuales.
– El olor de la zona genital es uno de los aspectos que llama la atención a las mujeres y aunque muchas lo asocian, puede que identifiquen uno en especifico, y quieren saber si es normal. La cosa es que la zona vaginal no debe oler, pero es un aspecto que se resuelve rápidamente con ayuda del ginecólogo. Tal vez es uno de los síntomas más comunes que tienen todas las mujeres pero por lo general se trata con antibióticos.
– Los herpes genitales son enfermedades que no se quitan, pero son tratables y no son causa de excesiva preocupación. Por lo general hay de dos tipos, las que son genitales y las que se presentan en los labios, pero siempre hay que tener honestidad con la pareja y buscar la ayuda del médico para que indique cual es la mejor manera de tratarlas.
– Hasta para quedar en embarazo, una chica tiene dudas, pues siempre se preguntan cuáles son las mejores posiciones para quedar en embarazo. El ginecólogo puede orientar de la mejor manera y lo que probablemente diga es que no hay estudios que comprueben que hay determinada posición más o menos efectiva para quedar en embarazo, simplemente es cuestión de averiguar cuáles son las mejores posibilidades de quedar en embarazo, teniendo en cuenta la edad, los métodos de planificación que se habían tenido o las capacidades reproductoras de ambos.