¿Las gaseosas de dieta podrían ayudarte a bajar de peso?

¿Tomas refrescos de dieta para evitar los normales? Averigua si te están ayudando a bajar de peso o si te están dañando poco a poco el esfuerzo que has hecho hasta ahora. ¿Las gaseosas de dieta podrían ayudarte a bajar de peso?

La respuesta es NO. Estudios recientes han demostrado que los refrescos de dieta que bebes con la esperanza de bajar de peso pueden hacer de hecho lo contrario. A pesar de que las gaseosas dietéticas tienen pocas calorías o ninguna, aún pueden aumentar el tamaño de tu cintura hasta cinco veces a causa de los edulcorantes artificiales contenidos en las bebidas. Un estudio realizado en el Texas Health Science Center en San Antonio, le hicieron un seguimiento a más de 450 personas entre 65 y 74, midieron su altura, peso y circunferencia de la cintura. Los resultados han demostrado que beber un refresco de dieta todos los días puede aumentar el tamaño de la cintura hasta el 70% en tres años. Beber dos o más refrescos al día pueden aumentar la circunferencia de la cintura hasta cinco veces más grandes que los que no beben refrescos de dieta.

A pesar de que nuestras papilas gustativas no pueden saber la diferencia entre el azúcar artificial y la real, nuestro cerebro puede. Otros estudios han demostrado que cuando el cerebro se complementa con azúcares artificiales reacciona más exageradamente que ante el azúcar real. Un reciente estudio realizado con ratones muestra que los animales de laboratorio que comieron alimentos sólo mezclada con aspartame (azúcar artificial) durante tres meses tuvieron mayor azúcar en la sangre que los que comían la comida regular.

Otros estudios han demostrado que la posibilidad de convertirse en obesos o con sobrepeso aumenta con cada refresco de dieta consumida.

De un estudio de 2.500 personas se encontró que aquellos que bebieron refresco de dieta al día fueron unos 61% más probables de sufrir problemas de salud tales como diabetes, ataques cardíacos o derrames en algún momento de sus vidas. Otro estudio realizado por la Universidad de Texas Health Science Center en San Diego demuestra que el aspartamo provoca el apetito, haciendo que consumen más de lo que deberíamos.

Se ha descubierto que al consumir estos azúcares artificiales, tus sentidos te dicen que estás saboreando algo muy dulce, pero tu cerebro envía la señal de que no se trata tanto de un premio. Ahora tu cerebro no está satisfecho, quiere más azúcar por lo que irás tras otro refrigerio, generalmente con más calorías.

Aunque han habido estudios que muestran que los refrescos de dieta puede ser perjudicial para su salud, muchos médicos opinan que se no debe dejar de tomar. Si estás bebiendo refrescos de dieta en lugar de una bebida alta en calorías, entonces debería seguir haciéndolo, ya que aún le beneficiará. Los médicos advierten que beber gaseosas de dieta no es malo si lo comparas con tener papas a la francesa con su filete o una galleta para el postre.