Me importo yo, y yo, y yo…¡Y nadie más que yo!

Debemos arrancar por nosotras mismas. Aunque seas aquella que tiene dudas sobre
que carrera seguir, o sobre si renunciar a tu empleo o no, debes saber que esto habla de vos solamente. La clave de estas decisiones es el auto conocimiento, la herramienta
para triunfar en cualquier tarea.
Este tema se basa principalmente en saber si conocemos personas en las que podemos confiar, y si esas son o no contadas con los dedos de una mano. Y así sucede con vos misma, si no sabes quien sos realmente, perdés automáticamente la confianza en tu capacidad, y por ende dejás pasar de largo oportunidades que quizás eran justas para vos.

 Esto se muestra claramente en situaciones que vivimos diariamente, como lo sería ante una ocasión en la que tengas que describirte, así lo fuera en una entrevista de trabajo o en una conversación de chat, y lo haces con seguridad o simplemente tu manera de decirlo te delata NO conocerte. Pero como ésta no sería la única situación, te invito a que intensamente tratemos el tema en dos lecciones. ¡Aquí vamos! Me importo yo, y  yo, y yo...¡Y nadie más que yo! Comenzaremos por conocernos, y aquí nos preguntamos: ¿Qué es conocerse? Este es el momento en el que respondes que sí te conoces a vos misma, y como nadie. Pero el tener auto conocimiento es interpretar cada emoción, positiva o negativa, y saber tomar las riendas sobre ella, para no terminar sufriendo. Parte además, de aprender a ver nuestros puntos fuertes y débiles, y asumir nuestros defectos,  y por que no también corregirlos, así como también resaltar nuestras virtudes, ya que nos permitirá relacionarnos con otra persona con más facilidad. Esto nos va ayudar a conocernos y saber que tan alto volar, y no quedarnos en el intento, como solíamos hacer sin creer en nosotras mismas, así que: ¡A volar! El segundo ejercicio consiste en saber cual es el rumbo que estamos tomando. La pregunta correcta sería: ¿Hacia dónde estoy yendo? Es decir, nos encontramos en realidad con miles de preguntas como por ejemplo: ¿Cómo saber si estoy yendo por el camino indicado? ¿Estoy haciendo las cosas bien? ¿Qué es lo que me hace realmente feliz? …y muchísimas más. Pero aunque no parezca, sí tienen respuestas, sólo debemos conectarnos con nuestra voz interior (aunque suene medio raro y espiritualista). Es así, debemos guiarnos por aquellas sensaciones sean negativas o positivas (lo que sería mejor), te generen alegría o tristeza. Pero aunque las que te persigan todo el tiempo, sean esas sensaciones de culpa o de que el mundo esta en tu contra, lo creas o no con el fin de que encuentres el verdadero motivo, así hasta que llegues a ese cambio interno que necesitas. ¡¡¡No pares!!!  Simplemente, este ejercicio debe ser el que te saque a flote en ese mar de confusiones que a menudo nos trata de ahogar queriendo llevar para otras tierras. ¡Así que, a remarla!