Todo el mundo necesita establecer unos vínculos de respeto, amor y protección hacia aquello que se ama, pero cuando se desarrolla un apego desmedido y ciego hacia otra persona, se deja de ser uno mismo, volviéndose dependiente y desarrollando algo tóxico. De ahí que resulta conveniente conocer el concepto de desapego.
El desapego es reforzar los vínculos emocionales con un mayor equilibrio
El desapego no significa alejarse de alguien o enfriar una relación, más bien es un principio que todo el mundo debería aprender a practicar. El desapego dice que todas las personas deben aprender a ser autónomas, con una madurez emocional adecuada y seguras de sí mismas. Contar con una buena autoestima resulta indispensable para desarrollar un apego que resulte saludable.
Una persona que practica el desapego no teme a la soledad ya que son capaces de hacer las cosas con total seguridad por sí mismas sin depender de otras opiniones.
Ser responsable de tu propia vida
Tú y solamente tú eres el responsable de tu vida. No debes echar la culpa a los demás de lo que a ti te ocurre. Tu felicidad no depende de segundas personas, no te permitas pensar eso, porque desde el instante en que tu bienestar dependa de lo que otra persona diga, haga o deje de hacer, lo único que te estarás haciendo es daño a ti misma.
Aprender a vivir el presente
Son muchas las ocasiones en que nos ponemos a recordar los errores que cometimos en el ayer, esos fracasos que nos dejaron marca, aquellos caminos que por indecisión no nos atrevimos a tomar. Pero, ¿tiene sentido fijar la atención en algo que ya no existe?
Los apegos se anclan especialmente, en esos momentos del pasado que inevitablemente nos unen a algo que nos hizo daño. Así que lo que hay que hacer es concienciarse en el aquí y el ahora porque ese es el momento en que se abre la oportunidad de ser feliz. No pierdas el tiempo un pasado que ya no existe y un futuro que todavía no ha ocurrido. Vive el presente al máximo.
Nada es eterno. Las pérdidas forman parte de nuestra vida
En la vida nada es eterno, todo se mueve, fluye y cambia a cada momento y son muy pocas las cosas que se pueden retener. La juventud no se puede conservar eternamente. Muchas amistades crecen y se mueren. El amor de hoy puede convertirse en lágrimas para mañana. Los niños crecen. Los ancianos se mueren…..
Por todo esto es muy importante aprender a aceptar que las pérdidas van a estar presente durante toda nuestra vida, de ahí que sea tan importante practicar un apego saludable, aceptando que en algún momento se puede perder eso que se ama, pero que no por ella la vida se va a detener, ya que habrá que seguir avanzando, con toda la plenitud e integridad que se pueda.
Toma nota de todos estos aspectos y procura ponerlos en práctica siempre que te sea posible. Tú misma te lo agradecerás.