Reconoces la Apendicitis en nuestro hijo

La apendicitis es una dolencia comun entre la población. Detectar a tiempo es fundamental para su curación. Aprende aqui a detectar sus sintomas en tus pequeños. Reconoces la Apendicitis en nuestro hijo

La apendicitis suele afectar a muchos niños cuando aún sse encuentran en su infancia. Aunque se trata de un problema leve, pero es fundamental saber detectarlo a tiempo para frenar sus efectos y conseguir que nos ocasione una infeccion o problema de mayor escala.

Por ello, es importante, y mas a estas edades tempranas estar pendiente y atento a la aparición de estos sintomas en el comportamiento de nuestro hijo, y por supuesto, acudir inmediatamente al medico.

Sintomas Comunes:

  • dolor abdominal considerable, sobre todo alrededor del ombligo o en la parte inferior derecha del abdomen (es posible que al principio el dolor sea intermitente y luego se vuelva constante y agudo)
  • febrícula
  • pérdida del apetito
  • nauseas y vómitos
  • diarrea (especialmente en pequeñas cantidades y con mucosidad)
  • orinar frecuentemente y/o tener una necesidad urgente y anómala de orinar
  • abdomen hinchado y distendido, especialmente en lactantes y niños pequeños

 

Prevención:

No hay forma posible de prevenir la apendicitis, pero con las sofisticadas pruebas de diagnóstico que existen en la actualidad y los antibióticos, la mayoría de los casos se identifican y se tratan sin complicaciones.

Si la apendicitis no se trata, el apéndice inflamado se puede reventar al cabo de 24 a 72 horas de la aparición de los síntomas. Si el apéndice se revienta, el dolor se puede extender por todo el abdomen y la fiebre del niño puede subir considerablemente, alcanzando los 40º C (104º F).

Tratamiento:

La apendicitis se trata extirpando el apéndice inflamado mediante una apendicectomía. Los cirujanos pueden hacer una incisión tradicional en el abdomen o bien utilizar un pequeño instrumento denominado laparoscopio que permite hacer un orificio bastante menor en el abdomen. La apendicectomía suele requerir de dos a tres días de internamiento hospitalario.

Antes y después de la intervención quirúrgica, la administración de líquidos y antibióticos por vía intravenosa (VI) ayuda a prevenir posibles complicaciones y a reducir el riesgo de que la herida se infecte tras la intervención. En caso necesario, su hijo también recibirá analgésicos (medicamentos para aliviar el dolor).

Si un apéndice infectado revienta, también deberá extirparse quirúrgicamente, pero es posible que la intervención requiera un internamiento hospitalario más prolongado para que los antibióticos puedan eliminar todas las bacterias que se hayan extendido por el cuerpo del paciente.

 

Fuente: kids heatl