Las tres etapas por las que pasan los adolescentes

Cuando hablamos de nuestros hijos adolescentes, en general, o cuando exponemos alguno de los problemas que nos surgen respecto a ellos, siempre debemos tener en cuenta que la adolescencia abarca muchos años, y que, por supuesto, no se puede tratar igual un tema cuando el adolescente tiene 13 años que cuando tiene 17. Las tres etapas por las que pasan los adolescentes Por ello, veremos que los profesionales suelen dividir la adolescencia en tres etapas.

La primera podría ser la que llamamos pre-adolescencia, que va de los 8 a los 11 años. En esta etapa el niño se caracteriza `por comprender ya varios conceptos importantes, como el de la justicia, aunque en general suele ser egocéntrico. Para la mayor parte de niños coincide con la aparición de los primeros síntomas de la pubertad. Otra característica es el afán de organizar y planificar cosas, aunque son desordenados.

La relación con los padres en esta época es de afecto y dependencia, aunque con los hermanos las relaciones suelen ser conflictivas. En cuanto a los amigos los buscan con los mismos gustos, y suelen forman grupos que excluyen a otros niños.

La segunda etapa de la adolescencia es la que va de los 11 a los 15 años, caracterizada por el hecho de que suelen centrarse mucho en sí mismos, preocupándoles aquello que piensen los demás. Sufren cambios de humor que nos desconciertan, y entienden ya perfectamente los conceptos morales y éticos.

Suelen tener una relación conflictiva con los padres, no aceptando muestras de cariño aunque sabe que las necesita. Tiene ganas de tomar sus propias decisiones, y ello hace que se rebele ante las limitaciones. Buscan la aprobación de los compañeros, que son los destinatarios de sus confidencias. Puesto que es la época en que despierta el deseo sexual, muchos empiezan ya a formar parejas.

En cuanto a la última etapa, la que va de los 15 a los 18 años, suelen entender ya aquello que les rodea, incluso más allá de su círculo, por lo que algunos adoptan en esta edad una conciencia social. Se vuelven menos egocéntricos, y dan más importancia a los valores morales, aunque son muy vulnerables, incluso con tendencia a depresiones.

Normalmente, las relaciones con los padres van mejorando, al empezar a ver los jóvenes a los padres como personas con sus propios criterios, que no tienen porqué ser compartidos con ellos, al mismo tiempo que cada vez son más independientes y, por tanto, se sienten más respetados. Los amigos tienen un gran peso en esa etapa, y una gran influencia sobre el adolescente, siendo ya también muy importantes las relaciones entre chicos y chicas.