A partir de los 40 años, pueden aparecer en las manos pequeñas manchas, producidas por el envejecimiento de la piel, las exposiciones solares o hábitos poco saludables, como el tabaco. Estas imperfecciones, denominadas lentigos, poseen una forma redondeada y su color es pardo. Te contamos como es el tratamiento que realizan los especialistas que ayuda a disimular estas manchas, además de blanquear el aspecto amarillento de las uñas. 
Paso a paso
1. Se elimina el esmalte de las uñas y se analizan las manos y las uñas del cliente.
2. Se prepara un bol de agua caliente y se introducen en él unas bolitas efervescentes blanqueadoras de uñas que, también, contienen proteínas y aportan la hidratación necesaria. Estas bolitas están compuestas de jojoba, aloe vera y vitamina E, cuyo efecto combinado acondiciona las uñas y les devuelve su aspecto natural.
3. Se liman las uñas.
4. Se aplica sobre las manos una crema exfoliante a base de leche y miel. La leche aporta vitaminas, nutrientes y sus lípidos ayudan a humectar la piel de las manos, previniéndolas de la sequedad y el agrietamiento. De manera conjunta, la miel y la leche mantienen la piel saludable y suave.
5. Tras realizar un masaje, se aclaran las manos.
6. Se aplica una mascarilla blanqueadora sobre la palma de la mano con un pincel. Se envuelven las manos en papel transparente para aportarles calor, dejando las uñas al aire.
Mientras actúa la mascarilla blanqueadora sobre las manos, se procede a trabajar las uñas, realizando una manicura clásica y eliminando las cutículas si esto fuera necesario.
7. Se aclara la mascarilla blanqueadora.
8. Se colocan dos toallas calientes sobre las manos para que los restos de la mascarilla penetren profundamente.
9. Se lleva a cabo un masaje en manos, uñas y brazos con aceite de manteca de karité y aloe vera.
10. Se aplica un serum blanqueador sobre la mano, sin que este toque las uñas.
11. El tratamiento finaliza con el maquillaje de las uñas.
