Maníac Mansion es un videojuego que marcó un antes y un después en la historia de las aventuras gráficas. Todos los amantes de este género recordamos este juego con un cariño especial. Y, aunque parece que fue ayer, hace ya 24 años de su lanzamiento al mercado por parte de la prestigiosa compañía LucasArts. El manejo del juego es muy sencillo. En la parte inferior de la pantalla encontramos unos botones para dar las instrucciones al personaje con el fin de que realice una actividad, como coger un objeto, usarlo o darlo. Y para hacer que el personaje se desplace basta con cliquear en él y seguidamente en el sitio hacia el que queremos que se dirija.
En este sentido, todos recordamos la primera versión del juego, en la cual el personaje se dirigía al sitio indicado literalmente andando, o sea que teníamos que tener la paciencia de verle recorrer paso a paso la mansión, a diferencia de la versión posterior en la que ya aparece directamente donde le ordenamos.
El protagonista de la historia es Dave, el cual descubre al principio del juego que su novia Sandy ha sido secuestrada por el doctor Fred. Éste vive en una mansión aislada y se sabe que dentro de sus paredes ocurren cosas extrañas desde el día en que cayó un meteorito en los alrededores.
Decidido a salvar a su novia, Dave se dirige hacia allá acompañado de dos colegas. Aquí podemos destacar una característica importante del juego, puesto que deberemos escoger dos amigos de entre cinco para ayudarnos. La elección tiene importancia, pues cada uno tiene unas habilidades y unas carencias distintas de los demás. Esto, lógicamente, implica un desarrollo y finales de la historia distintos, según la opción que hayamos tomado.
Dentro de la casa, deberemos dar mil vueltas por los diferentes pisos, pasillos y habitaciones, intentando encontrar a Sandy pero encontrando sólo dificultades para el cumplimiento de nuestra misión.
El jugador maneja a Dave al principio. Pero, y aquí viene otra de las características del juego, cuando le interese puede ponerse en la piel de cualquiera de los otros dos colegas, pudiendo interactuar éstos entre sí, por ejemplo entregándose objetos.
Vamos a ir descubriendo poco a poco qué es lo que está ocurriendo en la casa. Aparte de al loco doctor, conoceremos a su esposa, la temible enfermera Edna, a la que tendremos que intentar esquivar si no queremos ir a dar con nuestros huesos en el calabozo. Y al hijo de ambos, Ed, que está siempre en su habitación sin más compañía que su hámster, y que va a solicitar ayuda de nosotros.