A continuación vamos a darte unos consejos para ayudarte a cuidarte tanto por dentro como por fuera una vez que ya has cumplido los cuarenta y cinco años. Y es que a esta edad las líneas de expresión se tornan más definidas y el rostro comienza a perder elasticidad y firmeza siendo vital establecer una rutina diaria para que estos signos de envejecimiento disminuyan.
Comer sano
Una dieta sana va a ayudarte a cuidarte por dentro y por fuera, siendo imprescindible que no falte la verdura, fruta, lácteos, cereales, pescado, carnes magras, legumbre (dos veces por semana), huevos (tres o cuatro veces a la semana) y nueces. Se debe cocinar al papillote, a la plancha o al horno, con poco aceite y retirando el exceso con papel e cocina una vez preparada.
Beber agua
Dos litros es la cantidad que se recomienda consumir a diario. De esta manera se mantiene la piel hidratada y se eliminan toxinas. Si te da pereza beber tanta cantidad puedes repartirlo en pequeñas botellas y así tendrás la sensación de beber menos cantidad.
Haz ejercicio
Si te da mucha pereza ir cada día al gimnasio, debes saber que existen muchas maneras de hacer ejercicio sin que apenas te des cuenta, como por ejemplo, dar una paseo algo más largo de lo habitual con tu perro, usar las escaleras en vez de subir en ascensor, bajarse del autobús una parada antes y por supuesto: bailar.
Dormir siete u ocho horas
Uno de los mayores secretos de belleza es dormir. Además de ser básico para regenerar la piel, sirve también para mantener el peso adecuado. Si el cuerpo está cansado, se puede tener la sensación de tener más hambre de lo que en realidad se tiene, ya que se necesita más energía para hacer las tareas habituales. Se recomienda acostarse y levantarse a la misma hora siempre. Como ayuda extra se debe comer comida que sea rica en magnesio como las espinacas o las acelgas y beber un té de camomila antes de acostarse, así como evitar tener televisión en la habitación.
Unos minutos para ti
A lo largo de todo el día son necesarios unos minutos de desconexión en la rutina diaria para conectar con una misma. Relajarse, meditar y ejercitar la mente, ayuda a superar el día con una energía mucho más positiva.
Ponte una mascarilla de la crema facial que prefieras, un poco de música relajante y cierra los ojos durante un par de minutos mientras piensas en uno de los momentos de tu vida en los que te hayas sentido verdaderamente bien. También puedes apuntarte a actividades como Pilates o yoga, donde además de ejercitar el cuerpo, ejercitarás la mente.
Protégete del sol
Uno de los mayotes enemigos de la piel es el sol, ya que provoca un envejecimiento prematuro. Por eso es primordial aplicarse una crema de protección solar en la cara y en el cuello cada día, incluso durante los días de invierno.
Desmaquillarte todos los días
Aunque a veces no apetece quitarse el maquillaje antes de irse a la cama, lo cierto es que es necesario limpiar cada noche la piel con el limpiador y con el tónico para que la piel pueda respirar. Así que no debes olvidarte nunca de hacerlo.
Crema para recuperar la firmeza de la piel
La piel debe estar protegida siempre, especialmente después de los cuarta. En este caso se debe utilizar una crema que ayude a recuperar la firmeza de la piel así como a prevenir y a disminuir las líneas y las arrugas finas.
Existen muchas cremas en el mercado que contribuyen a recuperar la elasticidad de la piel, aumentar el volumen, mejorar los contornos faciales así como el tono y la luminosidad.
