Siempre hay una primera vez…

Si, pero no tenemos lugar. Si, pero creo que esta por venir Andrés (el que viene una vez por mes chicas!). Sí, pero puede llegar alguien. Ya basta de excusas, pasa sólo por vos, si estás segura o no, si realmente estás preparada para hacerlo.

Hoy en día no es por falta de información, ya que antes una necesitaba saber mucho sobre el «tabú» del sexo. Antes no podíamos hablar del tema, y ojo con decir que estabas con Andrés, y menos comunicarle al mundo entero que dejaste de ser niña; pero volviendo al presente, hoy podemos hablarlo con nuestra mamá, nuestra amiga y porque no con algún amigo (sí, sí varón).
El secreto de enfrentarse con una primera vez, sea cual sea, depende, pura y exclusivamente de vos, de lo segura que estés y de que te encuentres en condiciones de decir «sí, estoy preparada».

Obviamente hay excepciones pero, la gran mayoría son las que buscan a la Señora Perfección, ya sea en persona, lugar y ánimos. Pero esta señora en sus antecedentes se ha situado en las damas, en que tendrán su momento cuando llegue solo aquel principe azul que se espera tanto y en una edad, pasada la mayoría. Y a ELLOS los llevaban sus padres a iniciarse con alguna «señora mala» para evitar la homosexualidad del niño, por que sí que eran niños!. Pero hoy en día los jóvenes comparten otras ideas: unos sostienen que lo que vale es amarse y hacer el amor, y algunos otros sólo quieren divertirse, eso queda en cada uno. Igualmente, volviendo al tema del momento esperado, a veces no tanto, nos encontramos perdidas en el mundo, ya que no sabremos realmente lo que pasará, aunque tu super-archi-mega-amiga te lo haya dicho, nunca es igual. Pero no es para asustarse! la tuya siempre va a ser distinta, especial, y por sobre todas las cosas: única.  Por más de que se hable sobre las experiencias ya vividas, existen aquellas diosas que desde su primera vez la han pasado de maravillas, existen otras que aseguran haber visto las estrellas de dolor, o también aquellas que han llorado de emoción, de tristeza, de alegría, de indecisión, o simplemente porque si, como nos suele pasar.  Y ya lo creo, que deben haber miles y miles de casos, pero a pesar de ellos sólo debes dejarte llevar, si lo creés conveniente, pero siempre y cuando estés segura de vos misma para que no sufras arrepintiéndote.    Lo importante es que no temas por tener que interrumpir ante alguna duda, ni apresurarte por encontrar un lugar, sólo tiene que ser el adecuado para vos, (que reitero es lo que importa!), que cuentes con todo el tiempo del mundo, el necesario. Pero aunque parezca innecesario, deberías asegurarte que tu compañero este formado, a lo que me refiero que sepa un tanto sobre la ruptura del himén, y no exista ni mala manipulación, ni malas sensaciones ni tensiones; y a no temer, que si no lo sabe no hay más que hablarlo o ayudarlo a llevar ese tipo de control.   En fin, solo debes conseguir tus mejores armas, seguridad, seducción, formación, cuidado y confianza, y luego de haberte enfrentado con esta primera vez, con armas en tu poder estarás lista para la guerra.