Christiane F: Una historia sobre la droga

Christiane F se convirtió en una celebridad en la Alemania de los 80: Un libro y una película sobre su vida nos mostraron el lado más oscuro del Berlín de los 70: Drogas, prostitución y juventud. Un cocktail demasiado peligroso. Descubre con emujer todos los detalles sobre lo que se conoció como «Los hijos de la Estación del Zoo». Christiane F: Una historia sobre la droga Se llama Christiane F. Nació en Hamburgo en 1962 y su vida cambió radicalmente cuando su familia y ella se trasladan a Berlín a finales de esta década. Con apenas 12 años, comienza a tontear con el cannabis y a consumir medicamentos como el Valium y será un año después, con trece, y sus primeras salidas a la discoteca de moda del momento, Sound, cuando descubra esa nueva droga de la que por entonces todos los que la rodeaban, comienzan a hablar: La heroína o «H», como se conocía entre su entorno.

Tras el final de un concierto del popular cantante David Bowie, un ídolo de masas por aquel entonces, y con algunos de sus amigos, ya heroinómanos sin apenas llegar a la adolescencia, Christiane F. inhala por primera vez heroína, sin saber que ese momento sería el principio del fin.

Con una familia desestructurada, con un padre del que apenas sabía nada, una hermana que decidió irse con él y una madre que trataba de rehacer su vida compaginándolo con su trabajo, la joven tiene una libertad que le permite dormir fuera de casa, junto a su novio Detlef, la mayor parte de las noches.

Ya introducida en este oscuro mundo, descubre de la mano de su pareja y sus nuevas compañías, todos ellos ya adictos, el submundo que se vive en la Estación del Zoo, una de las paradas de metro más frecuentadas en el Berlín de la época: La prostitución juvenil invade los baños y las esquinas. Sexo a cambio de dinero y drogas. En un principio será Detlef el que se prostituya con hombres para conseguir las heroína para los dos, pero cuando la adicción comienza a ser mayor, Christiane comienza a prostituirse en coches.

Una vida con detenciones por consumo y tráfico de drogas, prostitución, muertes prematuras entre sus amigos, y algún que otro intento de desengancharse de este mundo, hacen que en su familia tome la decisión de llevársela a vivir con su abuela durante una temporada a su pueblo para que se limpie del todo.

Dos periodistas, Kai Hermann y Horst Hieck, se interesaron por su historia y lo que en un principio iba a ser una entrevista, se convirtió en un libro que en España se publicó bajo el título «Cristina F. Hijos de la droga«. Fue tal el éxito que Christiane comenzó a ser conocida a nivel mundial y, aunque fueron varios sus intentos a lo largo de su vida de dejar este mundo, ella misma reconocería tiempo después que nunca llegó a dejar del todo la heroína.

En el año 1981, Uli Edel, llevaría a la pantalla su historia «Yo, Cristina F.«, protagonizada por Natja Brunckhorst y Thomas Haustein, y con la colaboración especial de David Bowie, ganando el «Most Popular Film» del Festival de Montreal y el Golden Screen Alemania.

Posteriormente a esta época, Christiane concedió algunas entrevistas a la televisión alemana, pasando épocas difíciles y otras en las que parecía que se había desintoxicado. En la actualidad, es madre de un niño que reside en una casa de acogida y ella, de la que apenas hay noticias, parece que todavía no ha superado su problema con las drogas.